El Palacio que no fue, pero si un Monumento a la Revolución

El Palacio que no fue, pero si un Monumento a la Revolución

El monumento a la Revolución, icono de la Ciudad de México, según el proyecto original debía ser el Palacio Legislativo que Porfirio Díaz había planeado como la mas grande obra arquitectónica de su gobierno y no un monumento que rinde homenaje al movimiento armado que lo derroco de su dictadura.

Díaz coloco la primera piedra el 23 de septiembre de 1910, durante las Fiestas del Centenario de la Independencia.

El arquitecto encargado del proyecto era el ingeniero francés Emilio Benard, quien había sido contratado desde 1903, cuando comenzó a trabajar en los planos, una vez terminados, la estructura de la cúpula centra fue levantada paulatinamente así como otras partes laterales, pero el resto no se construyo.

El Palacio que no fue, pero si un Monumento a la Revolución

El proyecto se diseño sobre una plataforma de 170X120 m, contaría con seis patios interiores, cuatro ascensores y cinco pisos de altura. En total un aproximado de 96 mil toneladas.

Porfirio Diaz

El Palacio Legislativo se alojaría el lujo, en una mezcla de estilos conocido como eclecticismo, donde resaltarían características del antiguo barroco, del neoclásico y del art noveau.

El problema fue que unas cuantas semanas después de iniciados los trabajos, estallo el movimiento revolucionario y Díaz dejo el poder en 1911, aun así se continúo con los trabajos hasta 1913, y llegado el momento los trabajos fueron detenidos totalmente y olvidados por años.

Fue hasta 1932 cuando el arquitecto Carlos Obregón Santacilia tuvo la visión de crear un monumento que estaban comenzando a tirar. En enero del siguiente año, Plutarco Elías Calles y Obregón Santacilia presentaron ante Abelardo L. Rodríguez, entonces Presidente de México, el proyecto para utilizar el esqueleto de lo que originalmente era la cúpula central del edificio que nunca se termino.

Algunas de las esculturas encargadas a diferentes artistas para adornar el palacio Legislativo de Porfirio Díaz, fueron entregadas pero nunca colocadas y ahora forman parte de otros edificios y monumentos de la ciudad de México.

1.- El águila que coronaria la cúpula, fue llevada a la pirámide del Monumento a la Raza.
emilio benard
2.- Las estatuas que simbolizan la juventud, se encuentran en diferentes sitios de la fachada del Palacio de Bellas Artes.

3.- Los dos leones de la entrada fueron puestos como guardianes de uno de los accesos del Bosque de Chapultepec.
palacio legislativo de la ciudad

Piso por piso

El primer piso se encontraba dentro de la plataforma base del edificio y ahí estaría el sótano, algunas bodegas, archivos, depósitos de agua, cocinas y comedores de los mozos.

La segunda planta albergaría los archivos de las Cámaras y de la Contaduría Mayor de Hacienda, además de un enorme vestíbulo con unas escaleras que correrían de oriente a poniente.

El tercer nivel reuniría los salones de las Cámaras de Diputados y Senadores, la Sala de los pasos perdidos (lugar de reunión y descanso para los legisladores) y las bibliotecas.

En el cuarto piso estarían las entradas a Tribunas del Cuerpo Diplomático, la Secretaria de Contaduría Mayor de Hacienda y otras salas.

En el ático (quinto piso) se ubicarían aulas de desahogo, las tribunas del publico, archivos y habitaciones de criados.

En 1936, se había planeado que el museo ocuparía el sótano, con cuatro salas donde se encontrarían las exposiciones, biblioteca, hemeroteca y una oficina de servicios, pero dado los recursos limitados se tuvo que esperar hasta 1986 cuando Eugenia Meyer, historiadora especialista en la Revolución Mexicana retomo el Proyecto inicial.

¿Cuanto hubiera costado?

En la misma época, otros edificios legislativos se construían en el mundo.

El Parlamento de Viena, tenía un área de 253,170m2, con un costo aproximado de 7 millones de pesos

Reichstag de Berlín, con un área de 310,080 m2 y un costo de 18 millones de pesos.

Palacio Legislativo de la Ciudad de México, 401,760 m2 y un costo de 17.2 millones de pesos, del presupuesto inicial el gobierno de Porfirio Díaz se gasto 6.4 millones en el inicio de la obra, por concepto de sueldos, cimentación y estructura metálica.

Así que cuando visiten este imponente monumento, no olviden comentar que pudo haber sido la obra arquitectónica mas grande de México de esos tiempos y termino siendo una ironía para quien lo planifico.

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