2019-2020: Tiempos de reconocer y conceder

 

Transcurre el año de 2019 a su final, son los últimos días que nos quedan y una oportunidad para concluir lo que pensamos realizar, para satisfacer plenitud las necesidades personales, familiares y empresariales; también son días para analizar qué pasó al no lograrlas, o bien, ojalá que así sea, qué influyó al ir en el camino correcto para lograrlo o superarlo.

Lo que influyó, pienso yo, al lograr o estar logrando su meta, es que tiene confianza en estos tiempos, que tiene firmes sus propósitos a pesar de los agoreros de las desconfianzas; que no claudico y siguió; que tiene fe, que cuenta con un buen equipo de compañeros que en armonía, colaboran en el logro del objetivo común, sólo así se dan los logros, pues si se queda parado por influencias ajenas, ahí se queda en la deriva, en la lona.

Por nuestra parte como editorial, no nos fue del todo mal, logramos mantenemos y ya eso fue para nosotros una ganancia; logramos llegar a las 100 ediciones de El Constructor, con un equipo mínimo, pero de gran compromiso y leal, hemos ido afrontando situaciones adversas, que las pasamos luego luego de largo. Hemos ido adaptándonos a los nuevos tiempos, incorporando las nuevas herramientas para servir mejor.

Hemos conservado a nuestros clientes tradicionales, con la esperanza de que prosigan con nosotros y anhelamos que estén de nuevo para este 2020; además aquellos que se han alejado un poco, por diversas razones, propias de un mercado cambiante, de un primer año de gobierno federal que generó incertidumbres, volverán porque ya hay confianza, estabilidad y se avizora crecimiento.

Tiempos de reconocer y de conceder: Hoy por estos días y por aquellos que ya pasaron y que estábamos en lo mismo; pensando en los porqués se dan las diferencias y las confrontaciones. En el sector privado se dan por competencia; quien presta mejores servicios, cuenta con productos y equipos garantizados, con buen precio y condiciones, se anuncia, agregaríamos, en El Constructor tiene mayores ventajas competitivas y aceptación y se reconocen unos y otros. Por el contrario en el sector público por razones distintas son por causas muy distintas.

En el sector público es difícil, para algunos, reconocer lo que bien hace el otro. Entre otros, se da por egoísmo, por envidia, por temor y por ignorancia. El egoísta quiere que en él solo todo se dé; el que por envidia no reconoce al otro, quiere ser como aquel, pero no se le da; el que teme por lo que el otro hace, es que según el perderá poder, influencia o dinero; y el que por ignorancia no reconoce al otro, es seguidor a obscuras de esos agoreros y es sin decisión propia.

Concluyo este tema de muchas planas, mi espacio no alcanza. Lo bueno que sé, es que mis lectores, que son más que lo de Catón, son sabios y conocedores de la situación, procurarán ser mucho mejores este 2020. Sin influencias de la negatividad que impulsan los que añoran otros tiempos, de aquellos en que sólo sus mulas y las de Pedro su compadre… recibían.

Sólo me queda el agradecerles, a las empresas anunciantes, lectores del interior y exterior de México, a mi equipo, los que han hecho que estemos aquí. Sabremos corresponder con todo lo que esperan de nosotros.

Deseo de todo corazón que estos días sean de plena felicidad, que el 2020 traiga confianza, paz y desarrollo a nuestro pueblo, que seamos todos corresponsables y beneficiarios.