Reflexión
Cuando los años corren, se acumulan experiencias y virtudes y en esta reflexión se reflejan, producto de haber llegado y estar bien, para ser ejemplo este es un diálogo común de un joven incrédulo y un viejo asentado.
¿Por qué corres veterano, a caso crees que vencerás al tiempo?
¡El veterano con una sonrisa en el rostro, se sentó y con un tono muy amable respondió a la pregunta del joven: “Fue muy buena tu pregunta, muy mala tu observación”.
¿Quieres saber por qué corro?
“¡Escucha y pon atención! Corro porque vivo agradecido, de andar corriendo a mi edad.
Corro porque mi familia apoya mi decisión y cuando salgo a correr, me traigo su bendición.
Corro porque a esta edad, lo hago con más cariño, será porque a cada adulto nos queda algo de niño.
Corro porque aquí aprendí a ser humilde, cuando llega la victoria y valiente ante la derrota, aunque esta no sabe a gloria.
Aprendo a pedir perdón y también a perdonar es muy fácil recibir, pero muy difícil dar.
Por eso corro mi hermano y si quieres otra razón corro porque tengo agallas y buen puesto el corazón y cuando llegue el momento de emprender la retirada lo haré con la frente en alto y firmeza en la mirada.
Y en mi última carrera, no me importará el escore cuando caiga la última vuelta, me sentiré triunfador.
Y entonces podré decir, por lo dulce y lo amargo, por la alegría y el dolor, por los amigos ganados”.
El joven expresó un suspiro y le expresó al veterano:
Gracias mil, gracias señor, ahora entiendo, por qué corre mi papá.
…Con dedicatoria a todos los veteranos, que cada día practican atletismo o algún otro deporte.
¡Lo mejor de lo mejor para ustedes!
*Fuente: Del muro de Chapus Bike.
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