Trucos para mantener la casa fresca
Llegan los días de calor sofocante, de noches sin dormir y de esa molesta sensación de ahogo a casi cualquier hora. ¿Hay escapatoria? Lo cierto es que sí y, lo que es mejor, sin tener que depender del aire acondicionado para que la temperatura del interior de nuestro hogar baje algún que otro grado.
Mejor a oscuras
Cuando el sol empieza a calentar, hay que evitar que los rayos entren en casa. Bajar las persianas es imprescindible. Si no las hay, conviene bajar los estores o cerrar las cortinas. ¿Tienes toldos? Mejor extendidos todo el día. Gestos tan sencillos como estos pueden hacer que la temperatura del interior de las estancias baje varios grados.
Vueltas y más vueltas
Haz que funcionen los ventiladores, todos. Los de techo, girando en sentido contrario a las agujas del reloj para que el aire circule hacia abajo. Si son de pie, por un recipiente con hielo en el recorrido del aire, verás cómo se refresca el ambiente en un momento
Y también hay que hacer funcionar los extractores del baño y la cocina, si los hay, cuando te duches o cuando uses la placa. ¿La razón? Que al ponerlos en marcha extraen no solo la humedad y los olores, también el aire caliente que se genera en las estancias.
Que corra el aire
Esta frase tiene todo el sentido del mundo en verano… pero solo cuando cae el sol. De noche, y sobre todo si hay algo de brisa, nada como abrir las ventanas y dejar que el aire circule libremente por casa. Si tienes ventiladores, ponlos en marcha, es una buena ayuda y una corriente, por pequeña que sea, puede suponer un enorme alivio.
Tareas domésticas, mejor de noche
La lavadora, el lavavajillas, la plancha, el horno… Todos son fuentes de calor. Por ello, sin tienes que usarlos, mucho mejor cuando haya oscurecido y puedas abrir las ventanas, precisamente, para ventilar. Esas pequeñas corrientes arrastrarán el calor.
Aprovecha también la noche para fregar los suelos de las terrazas o los porches. Durante el día acumulan mucho calor que desprenden durante horas, así que nada como el agua para refrescarlos.
Una excusa para ahorrar
Si aún no lo has hecho en tu casa, no lo dudes, es el momento perfecto para hacer el cambio a bombillas led. Este tipo de luminarias no desprenden calor, por lo que podrás tener las luces de casa encendidas sin ningún problema. No solo evitas que suba la temperatura del interior de las estancias, sino que, además, ahorrarás energía.
Piensa en verde
Uno de los mejores trucos para refrescar la casa en verano es llenarla de plantas. Una terraza o un balcón con maceteros o un jardín vertical no solo son más acogedores, sino que al regar las plantas por la noche conseguirás que en casa entre una sensación de frescor muy agradable. Si tienes una vivienda unifamiliar, un jardín o plantas trepadoras son perfectas para ayudar a regular la temperatura en el interior de la casa.
Todos estos son pequeños consejos para proteger tu hogar de las temperaturas exteriores, pero también puedes ir pensando en algunas mejoras para mejorar el confort térmico, no solo en verano, también en invierno. Instalar unas buenas ventanas o aislar las paredes harán que tu casa esté más fresquita en verano y más caldeada en invierno gastando mucha menos energía. La inversión merece la pena.
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