Remos alegres
Por lo general las posesiones nos ponen alegres, tantas como las que tengamos y apreciemos y más diría, aquellas que nos dan las satisfacciones por haberlas adquirido, con nuestro esfuerzo a diferencia de aquellas que también generan momentos alegres, pero sólo son superficiales y efímeras esas posesiones materiales, sólo les sirven para tener más que los demás.
La vida es una incertidumbre, no sabemos si lo que tenemos lo conservaremos o si lo que deseamos lo obtendremos. Es para muchos una tómbola y también una rueda de la fortuna ose juega en un volado. No sabemos a veces cómo lograrlo. Por el contrario, para el que fe tiene, rema de manera constante y ante cualesquier situación su remar es alegre, confronta y alcanza puerto seguro.
Es bueno, el que tengamos la virtud de no cejar, de no cancelar aspiración alguna, están siempre caminando y sólo detenerse para pensar lo necesario y caminar de nuevo hacia la barca, tomar el timón, prender el motor, alzar las velas o tomar los remos para navegar, para remar mirando al horizonte hacia el destino.
El que valora la vida, tal como es, tal como le va y tal con lo que tiene, alegre ni duda es. Nadie que haya dado lo mejor de sí mismo lo ha lamentado. George Halas resume así el motivo por el que tiene sentido perseguir las propias metas y esforzarse al máximo, como una de las claves para sentirse orgulloso de uno mismo y contento con la vida. (Psicología y mente).
Las frases alegres que encontré y te comparto, son de personas destacadas y famosas, se desprendieron de ellas en bien de nosotros y es que se desprendieron de ellas para bien tuyo y mío:
Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace. Jean Paul Sartre.
Algún día en cualquier parte, en cualquier lugar indefectiblemente te encontrarás a ti mismo, y ésa, sólo ésa, puede ser la más feliz o la más amarga de tus horas. Pablo Neruda.
La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días. Benjamín Franklin.
Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia. Anatole France.
Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego. Aristóteles.
El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices. Friedrich Nietzsche.
Buscamos la felicidad, pero sin saber dónde, como los borrachos buscan su casa, sabiendo que tienen una. Voltaire.
La verdadera felicidad cuesta poco; si es cara, no es de buena clase. François de Chateaubriand.
La alegría que me rodea es producto de lo que he hecho, no hay melancolía en mí. Erasmo.
Cuando quieras que tus deseos se realicen, sólo piensa que al lograrlos te traerán alegrías, nada de tristezas; pues quien rema alegremente, al son de las olas, la satisfacción es incomparable.
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