Todo parece indicar que se tendrá un escenario por demás desfavorable en este 2017, especialmente para las mayorías de México, tanto por el reciente abrupto incremento a los precios de los energéticos, como por las secuelas que tendrá la política económica que impulsó el gobierno federal en el último semestre del año pasado, estableció Héctor Segura Ramos, coordinador del programa académico de la Licenciatura en Economía de la Universidad de Sonora.
Entrevistado en el programa Economía y Sociedad, que produce el Departamento de Economía y que se transmite por Radio Universidad, hizo referencia a las medidas restrictivas gubernamentales en ese periodo semestral de 2016 que provocaron una incapacidad de crecimiento en nuestro país, incluso de las metas establecidas.
Segura Ramos recordó cómo el Congreso de la Unión aprobó las medidas generales de política económica que le presentó la Secretaría de Hacienda, que vaticinaban un crecimiento económico para este año por arriba del 2%, pero que desafortunadamente la realidad ha sido otra.
“El incremento en la tasa de interés, la devaluación del tipo de cambio y la incertidumbre que genera la forma como Donald Trump, presidente electo de los Estados Unidos, en cuanto su política de índole comercial y de restricción a la inversión de su país en México, provoca el visualizar un panorama cada vez más escabroso”, añadió.
Esta situación, reiteró, ha llevado a que analistas oficiales, privados y de universidades, afirmen que el crecimiento económico de este año está lejos de ser del 2.1 al 2.3% pronosticado, e incluso muchos vaticinan que no llegará ni al 1%.
“Lamentablemente, esto sucede en un país con necesidades sociales, sobre todo de empleo y de ingresos, ya que es a todas luces un crecimiento insuficiente y mucho menor a lo esperado para hacer frente a la productividad que se necesita”, sostuvo ante el académico Joel Enrique Espejel Blanco, conductor del programa.
Héctor Segura Ramos aseguró que en materia de empleo y crecimiento, las políticas económicas –tanto la fiscal como monetaria– para este año, van a seguir siendo restrictivas, especialmente en un escenario y contexto en que se ha dado el incremento del precio de los energéticos, que son los insumos fundamentales que mueven el aparato productivo.
“Si sube el costo del crédito, la tasa de interés y las materias e insumos importados, además de los energéticos, entonces los costos fundamentales de cualquier empresa van a la alza”, subrayó.
Es por ello, dijo, que no debe extrañar cómo las empresas en este 2017 van a tener la opción de trasladar el incremento de sus costos a los precios, y en ese sentido acelerarán el proceso inflacionario que, para empezar, ya gestó el exorbitante crecimiento del precio de la gasolina, el diésel, el gas y la electricidad.
Definitivamente, indicó, el escenario económico, político y social para México en este año “pinta” muy difícil, y se puede pronosticar que desafortunadamente en el 2018 también seguiremos sintiendo sus efectos.
Gente defraudada
Además, sostuvo, se tiene una lamentable situación donde la gente se siente engañada, defraudada y burlada por el gobierno federal, por estar años y años esperando el cumplimiento de la promesa de una reactivación económica.
“La población está cansada de soportar las secuelas de vivir con un aumento constante en los precios de las tarifas de los bienes y servicios público, y esto no lo han sopesado los dirigentes de este país”, puntualizó.
Y cierto es que la sociedad podría soportar, como lo ha hecho muchas veces, el ajuste económico si se le hablara con la verdad y además viese los frutos de una reactivación repercutiendo en mayor crecimiento y la estabilización de la economía y un salario digno, concluyó.
Por: Jesús Alberto Rubio. beisrubio3@gmail.com