A unos días de las elecciones en el Estado de México, es muy importante considerar que de los resultados puede depender el desarrollo o la posible cancelación de la edificación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Fuente: 24 Horas/ Alfredo Huerta
Desde los años 90, el actual Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México presentaba “saturaciones” y fue con el ex presidente Vicente Fox cuando se habló de construir uno nuevo.
Se presentaron proyectos de ubicación en Tizayuca, Hidalgo y en el ex Vaso de Texcoco que finalmente resultó el elegido, aunque fue hasta esta administración del presidente Enrique Peña que se dio el banderazo para su construcción a través de diferentes licitaciones.
Se encuentra a 14 kilómetros del Centro de la Ciudad de México y a 10 kilómetros del aeropuerto actual, contará con una capacidad inicial de 68 millones de personas, tres pistas secundarias y una inversión inicial de 169 mil millones de pesos.
Lo interesante es que en su financiamiento se contará una parte con el propio flujo de caja, es decir, con ingresos propios y, por otro lado, habrá emisión de deuda por parte del Gobierno federal. Utilizará agua captada por las mismas lluvias, aprovechará el 100% del agua residual y el consumo será menor en 79% al del Aeropuerto Internacional actual.
Hasta ahora se han creado cerca de 40 mil plazas de trabajo y el potencial es alto. No hay duda de que este proyecto incentivará el empleo y el crecimiento de la zona y del Estado de México, en el que se están jugando la elección de gobernador.
Alguno(s) de los candidatos al Gobierno estatal y al federal hablan de una cancelación y/o reubicación del proyecto en donde se aprovecharía al 100% el aeropuerto actual (hoy saturado) y el de Santa Lucía, con distancia a 38 kilómetros, que uno podría entrelazarlos por un nuevo tren. La ventaja sería el ahorro en su tiempo de construcción de cinco a 10 años y más de 50% de ahorro en su costo.
Buscan darle más transparencia al proyecto y a las empresas que lo desarrollarían; su cancelación implicaría un costo mucho menor, pero no da más detalles. Al hablar de transparencia, por cierto, ¿cuándo sabremos cuánto costó el segundo piso del Anillo Periférico de la Ciudad de México y qué empresas lo construyeron?, ¿cómo fue el proceso de licitación y de los ganadores?
El proyecto actual se realizará por etapas. La primera con tres pistas de uso simultáneo para transportar a 50 millones de personas. La segunda considera seis pistas para atender a 120 millones de personas. Habrá una derrama económica con la creación de 160 mil empleos y muchas pymes tendrán la oportunidad de participar.
Por eso habrá que darle avance en su desarrollo y evitar análisis superficiales que al final frenan el desarrollo y crecimiento del país y que hoy tanta falta nos hace ante un entorno complicado por temas geopolíticos, la incertidumbre sobre la revisión del Tratado de Libre Comercio, la normalización de las tasas de interés en Estados Unidos y sus consecuencias en el resto del mundo.