La espectacular obra del arquitecto de origen australiano Guz Wilkinson, cuya oficina Guz Architects se especializa en el diseño y la construcción de viviendas sostenibles, continúa aplicando los principios de la arquitectura bioclimática.
Su fuente de inspiración fue la isla de Sentosa, un lugar paradisíaco localizado frente a la ciudad de Singapur y donde se encuentra el terreno de 852 metros cuadrados en el cual se levanta la vivienda. Esta se encuentra ubicada en una lujosa urbanización integrada por exclusivos resorts y playas, además de ser rica en vegetación y bosques tropicales.
El tema de la privacidad fue el punto de partida de Wilkinson, quien decidió aislar a la familia de las miradas de los vecinos, sin necesidad de recurrir a estructuras cerradas ni sacrificar espacios o vistas. De esta forma, la estrategia de los arquitectos fue construir un muro sólido a cada lado del terreno para brindar la mayor privacidad posible, orientando al mismo tiempo la vivienda hacia sectores en los cuales se aprecian las vistas más impresionantes del paisaje.
Una construcción en armonía con el medio ambiente
Esta casa llamada Sky Garden House, cuenta con un diseño minimalista y un toque curvilíneo. Lo primero que impacta de esta vivienda son sus zonas verdes que se despliegan a lo largo de los cuatro niveles de la casa, que se conectan entre sí a partir de un espacio vacío central que permite el acceso de luz natural y que permite la circulación de la brisa marina. Allí también se encuentran las escaleras, conformadas por una serie de escalones volados forrados en madera, con barandales de vidrio templado y pasamanos de madera.
Wilkinson, un convencido de que toda construcción debe realizarse en armonía con el medio ambiente que la rodea, quiso sacar el máximo provecho de la vegetación propia de la zona y convertir la Sky Garden House en un gran jardín que se elevara hasta el cielo.
Para garantizar que la mayor parte de la casa tuviera una vista privilegiada hacia el exterior se construyeron jardines sobre las terrazas, en cada uno de sus cuatro niveles. Cada terraza-jardín funciona como base para el piso superior siguiente, permitiendo así una serie de niveles que crea la sensación de que cada piso da “directamente al jardín principal de la casa”, cuando en realidad se trata de una cubierta verde que al funcionar como terraza se funde visualmente con el verde del jardín exterior.
Además, de ser una construcción amigable con el medio ambiente, su ubicación le permite el máximo disfrute de la iluminación y ventilación natural, lo que disminuye el consumo de energía. Por otro lado, las cubiertas verdes ayudan a absorber la radiación solar y a mitigar la temperatura, lo que permite nivelarla hasta reducir bastante el calor y la humedad, lo que significa también una excelente forma de reducir el uso de aire acondicionado.
Imágenes por Patrick Bingham Hall
Escrito por Yealfred Matheus para EcoSiglos.
Escrito por Yealfred Matheus para EcoSiglos.