TRABAJEMOS MÁS EN PREVENCIÓN: ENRIQUE FLORES LÓPEZ

“Más vale prevenir que lamentar”, frase que hemos escuchado y leído desde hace muchos años, siempre es actual y válida, en nuestra vida cotidiana, en nuestro trabajo, en nuestros viajes, en todo momento siempre aplica la prevención, recordamos esto por lo que día con día leemos en las noticias periodísticas o televisivas, alguien resulta dañado o hay daños en las propiedades por algún accidente y pensamos, pudo prevenirse, pudo evitarse.

Los especialistas en la materia, nos enseñan que el accidente se hace realidad cuando se conjugan tres cosas, el blanco, la condición insegura y el acto inseguro, y las investigaciones nos demuestran que el mayor porcentaje de accidentes se debe al acto inseguro de una persona, sin tratar de reducir la importancia a las condiciones inseguras que en ocasiones son tan peligrosas o más que el acto inseguro.

Por qué estamos haciendo estas reflexiones, pues hay algo que está tomando forma en nuestro estado y que de una manera considerable hará más seguras a las ciudades de Sonora, me refiero a los libramientos carreteros que se construyen inicialmente en Ciudad Obregón y en Hermosillo, mismos que harán que una gran cantidad de materiales y residuos peligrosos no sean transportados en las áreas urbanas de estas comunidades.

Tal vez esto de pronto no nos dice mucho, pero el cruce de materiales peligrosos por estas ciudades se contabiliza en millones de toneladas, materiales de todo tipo, corrosivos, reactivos explosivos, tóxicos, inflamables y biológico infecciosos, lo que representa un potencial muy alto de exposición a un riesgo que los ciudadanos casi siempre desconocen.

Muchos prevencionistas ya han advertido de este gran riesgo a autoridades de todos los niveles desde hace más de 15 años, por eso saber que ahora sí se están tomando las medidas preventivas es un gran logro, porque el paso de estos materiales cada vez se incrementará  en su frecuencia y tonelaje, todas las ciudades sonorenses deben contar con estos libramientos, pero libramientos bien diseñados y construidos de tal forma que sea una infraestructura segura para los transportistas y que no se conviertan en verdaderas trampas mortales por no contar con señalamientos adecuados, iluminación, vigilancia y supervisión profesional.

Esto debe complementarse en todas las comunidades con cuadrillas de primera respuesta en caso de accidentes, gente bien preparada y bien dotada de los equipos de seguridad adecuada, esto evitaría en el futuro posibles desgracias.

Desde hace 18 años existe en Sonora un comité de atención a estas contingencias, que se formó gracias a la iniciativa privada, tiene un carácter voluntario pero actualmente algunas dependencias federales, estatales y municipales también lo conforman, esto es poco conocido porque nunca ha tenido un carácter oficial, pero ha funcionado muy bien, en su desempeño ha tenido altas y bajas por los constantes cambios de representantes oficiales, sin embargo tal vez el hecho de ser no oficial, hace que funcione bien dentro de sus posibilidades, lo que le ha valido para recibir en años pasados el reconocimiento por su gran labor de dependencias como Semarnat, Profepa, Gobierno del Estado y la Comisión Sonora-Arizona, y podríamos afirmar que ha servido de ejemplo para la conformación de comités similares en otros estados de nuestro país.

Hasta esta fecha este comité ha editado 2 manuales de consulta inmediata para enfrentar una emergencia con cualquier material peligroso que circule por las carreteras sonorenses, por eso vale un reconocimiento a esos héroes anónimos que conforman a los grupos de primera respuesta en Sonora.

Una mención especial para una persona que dio un ejemplo de tenacidad, voluntad y trabajo a este comité, el Arq. Enrique Flores López cuando se desempeñó en Protección Civil Estatal, quién en el año 2017 se nos adelantó en la cita con Dios, pero aún su espíritu alimenta las reuniones de este Grupo de Prevencionistas que se reúnen rutinariamente para brindar más seguridad a los sonorenses. Descanse en Paz. Arq. Enrique Flores López.

Por: Ing. Víctor Del Castillo Alarcón
Ing. Químico, IPN
Premio Nacional al Medio Ambiente 2011
vadelcastilloa@gmail.com