Ahora que atravesamos las vacaciones de la Semana Santa y Pascua, es preciso hablar de una de las actividades de mayor importancia, por su contribución al crecimiento económico de México: el Turismo.
Fuente: El Universal/ Mauricio Millán C.
El desarrollo de esta cadena productiva con- lleva la generación de empleos, la creación de infraestructura, el surgimiento de establecimientos gastronómicos y hoteleros, el crecimiento del transporte aéreo, terrestre y marítimo. México debe seguir esta línea y establecer el Turismo como una vocación de país, sustentado en una política de Estado con visión de largo plazo.
El dinamismo del sector turístico en México ha sido excepcional durante los últimos años. En 2017, el turismo contribuyó de forma directa con 7.1% del PIB, de acuerdo con el estudio del World Travel and Tourism Council (WTTC). Debido a esta cifra, México se ubicó en el primer sitio de los países del continente americano donde el turismo tuvo un mayor impacto en la economía, por arriba de Perú (3.8%), Argentina (3.7%), Chile (3.4%) y Estados Unidos (2.6%). Asimismo, en 2017, el turismo generó 3 millones 913 mil 500 empleos (7.5% del empleo total). Se espera que esta cifra aumente en 3.2% en 2018 y presente una sólida tasa de crecimiento esperada anual de 2.3% hasta el año 2028, con lo que el sector alcanzaría una contribución de 8.5% del empleo total para esa fecha.
Esta tendencia positiva del turismo es clara inclusive a nivel mundial. De acuerdo con el Estudio de Impacto Económico 2018 en Viajes y Turismo presentado por el WTTC, en 2017 el turismo aportó 10.4% del PIB mundial y reportó un total de 113 millones de empleos. Más aún, el crecimiento del turismo en 2017 fue de 4.6%, mientras que la economía mundial creció tan sólo 3%.
Un aspecto crucial en el crecimiento nacional del turismo es nuestra capacidad para convencer a los turistas de visitar nuestro país. De acuerdo con el Travel & Tourism, Competitiveness Index 2017 (TTCI), México escaló 22 posiciones en cuatro años (2013-2017), y ocho en los últimos dos años, para ubicarse en la posición 22 de los países con la mejor competitividad turística. Entre los 30 países más competitivos, México es el segundo país que más ha crecido, tan sólo detrás de Corea del Sur (país que avanzó 10 sitios). Este reposicionamiento del sector implicó una tasa de crecimiento anual de 10.9% en la recepción de turistas extranjeros, mientras que Tailandia creció 9.4%, España 7.4% y Reino Unido 5.5%, por mencionar otros de los principales países receptores de turistas extranjeros en el mundo.
Desde una perspectiva interna, el turismo doméstico es, por mucho, el motor que alimenta la mayor parte del sector en México. El turismo de connacionales dentro de México generó 83.8% del gasto en el sector en 2017, mientras que el turismo extranjero contribuyó con 16.2%, según el estudio de la WTTC. Por esta razón, es crucial seguir impulsando la colaboración entre la iniciativa privada y el gobierno, para mejorar aspectos que pueden resultar perjudiciales para el desarrollo de esta actividad como la inseguridad.
Evidentemente, existen áreas de oportunidad para seguir beneficiándonos del turismo en los próximos años.
Entre éstas destacan: la permanente profesionalización del sector; la búsqueda de mercados segmentados, como el turismo culinario, médico o ecológico; continuidad de proyectos de infraestructura de transporte; la planeación y consultoría profesional para aprovechar el impulso en el sector y modificarlo de manera eficiente ante diversos escenarios, entre otros.
México tiene el deber de potenciar el Turismo, como vocación nacional y política de Estado, procurando la sustentabilidad económica, ambiental y social del sector con una visión de largo plazo.
Lo anterior, demanda actuar desde las escuelas primarias, enseñando a los niños lo importante de la convivencia, tolerancia y capacidad de comunicación con personas de otras regiones y países; eso les dará la seguridad en el futuro aportando a dicha sustentabilidad y mejor desarrollo del turismo. Asimismo, el gobierno debe acompañarse del sector privado y académico con miras a reforzar los logros alcanzados hasta el momento.
Finalmente, es fundamental la aplicación del Estado de derecho que dé garantía de seguridad a turistas mexicanos y extranjeros para revertir la imagen de destinos turísticos ahora afectados. Tenemos como país una reconocida riqueza cultural, de clima, culinaria, de recursos naturales, entre otras más, por lo que es nuestro deber como mexicanos retribuir a nuestro México promoviendo y consolidando a nuestro sector Turismo en la esfera nacional y mundial.