Al igual que los lagos y ríos se auto-limpian, las piscinas ecológicas lo hacen sin químicos, sólo con plantas y materiales naturales. En esta nota, un reconocido paisajista español nos da una clase magistral sobre sus ventajas.
Filtración vegetal
El principio de una piscina biológica reside en su sistema de mantenimiento y de filtración que se efectúa por medio de plantas. Según el paisajista Fernando Pozuelo: “El filtrado que realiza la vegetación es natural, no interviene ningún aditivo que pueda ser peligroso para la piel, los ojos o la salud. Además, no genera residuos dañinos”.
Espíritu ecológico
El experto apunta: “Elegir un sistema de filtrado biológico es apostar por la innovación, el ahorro, la integración y la ecología. Innovación porque, aunque el sistema lleva funcionando más de veinte años en el extranjero, los expertos siguen buscando diferentes sistemas que sean más eficaces y económicos”.
Un concepto muy flexible
Una piscina ecológica puede ser un proyecto muy contemporáneo, con gran fuerza arquitectónica y paisajística.
Imaginación al poder
Por otro lado, afirma Pozuelo: “Es más fácil integrar una piscina biológica en cualquier espacio, ya que puede tener un aspecto tradicional (…) Eso depende del estilo del jardín, de la imaginación del paisajista, del gusto del propietario…”.
Naturaleza
Convertir una piscina en un estanque natural es la mejor apuesta para fundirla con la naturaleza.
Integrada en el entorno
Al optar por una piscina eco, “además de una piscina, al bañarnos, tendremos la sensación de que lo hacemos en un estanque natural, con todo el aura “romántica” que tienen este tipo de baños y, además, sin ninguna de sus desventajas -remolinos, suciedad o peligros- y con la ventaja de saber que el medio en el que nadamos, además de limpio, no tiene ningún aditivo adicional ni artificial”, explica Pozuelo.
Luces puntuales y relajantes
La iluminación de la piscina biológica pone en relieve la importancia de la vegetación y su relación directa con el agua. Escenifica las plantaciones y el agua, y crea un espacio muy acogedor, especialmente en las noches de verano. Una buena opción para seguir con la idea ecológica es utilizar en diferentes puntos, incluso camuflados, una iluminación con lámparas tipo LED.
¿Cómo cuidarla?
El mantenimiento de estos elementos precisa una inversión menor que en los sistemas tradicionales donde hay que comprobar el cloro, etc. Con las piscinas biológicas este proceso se simplifica y, excepto por unos trabajos mínimos anuales, sólo hay que ocuparse del filtro -las plantas- así como del resto de la vegetación. Efectivamente, una ventaja de este sistema es que no es necesario cambiar el agua del estanque. Hace falta mantener su nivel constante, limpiar bien el fondo de la piscina y cortar las plantas una vez al año.
Zonas bien diferenciadas
La piscina biológica es un verdadero ecosistema compuesto y dividido en dos partes: la zona de baño y la de vegetación. Tienen que tener superficies aproximadamente iguales, para que la filtración natural resulte eficaz.
Depuración natural
El área de las plantas es el pulmón de la piscina natural y es en esta zona donde el agua está depurada. Los gases carbónicos están filtrados directamente allí, como los distintos minerales.
Entre la vegetación
“Una piscina biológica siempre está cerca de la vegetación. Desde el punto de vista estético, este hecho supone una gran ventaja, pues queda integrada con el entorno natural. El paisajista no se ve obligado a crear duros espacios de cemento, para separar la zona destinada al baño del resto del jardín, si no que puede integrar ambos para que sean el mismo, tal y como sucede en la naturaleza”, explica Pozuelo.
Bordes naturales
Para una perfecta integración, los bordes de estas piscinas sostenibles se diferencian completamente de los de las piscinas tradicionales.
Un deleite para los sentidos 365 días al año
La piscina natural constituye un medio vivo y vegetalizado que se integra perfectamente en su entorno y ofrece un interés estético todos los días, al contrario de las piscinas tradicionales que se cubren por completo una vez finalizado el verano. Esta característica es una gran ventaja. La zona de la piscina natural forma un entorno favorable al desarrollo de la biodiversidad.
Separadas en dos alturas
Las zonas de baño y de vegetación pueden estar diferenciadas por un pequeño muro, dejando únicamente circular el agua entre ellas, como ocurre en este maravilloso jardín francés realizado por el estudio L’Orangerie, Architecture de Jardin. Los dos estanques naturales se disponen en escalón aprovechando y siguiendo el desnivel natural de dicho terreno.
Cascadas
Una pequeña cascada natural o artificial puede encontrar su sitio ideal en el entorno de la piscina biológica. Aparte de su belleza estética, la cascada es un medio de hacer circular el agua en la piscina y evitar que se estanque.
Filtros naturales
Las plantas, que constituyen la zona de vegetación, son importantes para una filtración natural particularmente eficaz. Varias especies de vegetación acuáticas, muy útiles para el funcionamiento del ecosistema, oxigenan el agua de la piscina.
Bombeo tradicional
Para que la filtración sea mejor, un sistema de bombeo tradicional está instalado como complemento de la filtración natural de las plantas. Podemos usar un bombeo solar para tener un jardín más ecológico.
Lo que necesitas saber
-El tamaño mínimo para una piscina natural es de 40 metros cuadrados, de los cuales, la mitad tiene que estar dedicada al proceso de regeneración. Eso significa que necesitará el doble del espacio que una piscina tradicional para conseguir un área de natación equivalente a la tradicional. No hay límites para tamaños de piscinas más grandes.
-En la zona de plantas hay poca altura de agua, pero en el área de natación debe ser de 2 metros de profundidad como mínimo. Se puede realizar un espacio para los niños dentro de la zona de regeneración.
-Las piscinas naturales pueden usar un revestimiento sintético para prevenir fugas de agua, pero estos revestimientos no deben contener metales pesadas. Los morteros de cal son los más adecuados.
-El agua nunca tiene que ser cambiada, solamente se repone el agua que se evapora.
-Las ranas se instalarán ellas solas, en el área de regeneración, pero los peces no van bien con una piscina natural – ensucian el agua y pueden alterar el equilibrio natural de la piscina. En algunos casos es posible instalarlos aunque conviene planificarlo con sumo cuidado.
-Los predadores naturales como los zancudos de agua y larvas de libélula vendrán a vivir en su piscina y se darán un banquete con los mosquitos.
-Y lo más importante: conviene que una piscina de estas características la realice un profesional, hay muchos condicionantes para que funcione y un fracaso puede inclinarnos a no querer saber nada de una piscina natural.
Vía: ecohabitar.org
Vía: mdzol.com