Fuente: El Financiero/ Jassiel Valdelamar
La imposición de aranceles por parte de México a las importaciones de acero y aluminio procedentes de Estados Unidos, así como una política monetaria más restrictiva, frenarán la actividad productiva de la construcción, aseguró Eduardo Ramírez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
- Los precios al productor están creciendo a un ritmo anual de dos dígitos
El organismo, que integra a más de 10 mil afiliados del sector, estima que la industria podría crecer entre uno y dos por ciento en todo el 2018, debido a una desaceleración en el segundo semestre del año, provocada por el incremento de las tasas de interés del Banco de México (Banxico), la cual inhibiría el crédito y encarecería la realización de proyectos de infraestructura.
Además, la CMIC reconoció que el incremento en los precios de los insumos de la construcción como resultado de los aranceles al acero y aluminio también desincentivarán el crecimiento de la actividad de la industria.
De acuerdo con datos del INEGI, la inflación en el sector se disparó en junio y acumuló cuatro meses de avance. El Índice Nacional de Precios al Productor creció 9.3 por ciento anual, siendo la más alta en nueve meses, con un incremento de 33.5 por ciento anual en la varilla, 28.6 de la malla de acero y 28.3 por ciento del alambre.
No obstante, la imposición de aranceles por parte de México a las importaciones de acero de Estados Unidos provocarán un alza adicional de tres a cuatro por ciento en los materiales de construcción derivados del acero, lo que llevaría a la inflación anual en el sector mexicano a ubicarse entre el 12 y 13 por ciento en 2018, previó el organismo.
Otro elemento negativo que se le suma a estos dos es el cierre anticipado del ejercicio fiscal 2018, pues no contemplará la realización de nuevos proyectos de infraestructura, mermando aún más al subsector de obras de ingeniería civil, advirtió el líder empresarial.
“Esperamos una desaceleración en el ritmo de crecimiento, debido al proceso de transición sexenal, al cambio de administración, al freno de algunas obras, cierre anticipado del gasto público y a una política monetaria restrictiva”, señaló Ramírez.
Durante el primer semestre de 2018, el PIB de construcción registró un crecimiento de dos por ciento en su actividad productiva, derivado de un buen comportamiento en el subsector edificación (obra privada) al crecer 3.4 por ciento. En tanto, el subsector de trabajos especializados, que aporta el 12 por ciento al PIB de la construcción, continuó con una expansión en el primer semestre de 6.7 por ciento, lo que contribuyó para que el PIB total de la construcción registrara un mayor desempeño.
Por el contrario, el subsector de obras de ingeniería civil (obra pública) registró nuevamente una caída de 4.9 por ciento, lo que lo colocó con 27 meses seguidos de tasas negativas.
Por otra parte, durante el primer semestre de 2018, el número de afiliados al IMSS de la industria de la construcción creció 6.5 por ciento en relación con el mismo periodo de 2017, lo que significó la creación de 101 mil 527 empleos formales.
Focos
En el primer semestre del año el PIB de la industria de la construcción registró un crecimiento del dos por ciento anual, contra una caída del 1.1. por ciento en todo 2017.
EU impulso aranceles del 25 por ciento al acero importado de México, Canada y la Unión Europea; a finales de marzo había aplicado la tarifa a otros paísis.