La importancia de los Centros Urbanos en México y en las ciudades Latinoamericanas, en el ámbito del desarrollo económico y local, se ha convertido en un tema de actual importancia, debido a su papel como núcleos centrales y concentradores de actividad económica y comercial, y fungir a su vez como nodos urbanos y elementos simbólicos que determinan en cierta parte el sentido cultural e histórico de la ciudad.
A pesar del crecimiento desmedido (y en su mayoría disperso) de las áreas urbanas, en México y Latinoamérica se conserva en la actualidad la idea del Centro Urbano como núcleo central y representativo de la población. Su importancia económica constituye un papel primordial en el desarrollo local, ya que la concentración y/o aglomeración comercial en estas zonas, potencia un amplio intercambio de bienes y servicios a los cuales acceden de manera regular una parte importante de los habitantes de la población.
En el caso del Centro Urbano y Comercial de Hermosillo, Sonora, la situación no es diferente: de los viajes realizados en el interior de la ciudad, la zona central acapara la mayoría de los destinos; por ella circulan más del 80% de las rutas de transporte público urbano, y es la zona con mayor densidad comercial del municipio. Por lo tanto, es inevitable pensar en éste como foco de desarrollo económico y local y, en vista de esta perceptible cualidad, es necesario reflexionar en las formas de potenciar sus características para lograr la mayor rentabilidad, que a la vez permita su conservación como elemento cultural y representativo de la entidad.
El desarrollo local no sólo se centra en el aspecto económico, sino que procura mejorar las condiciones de vida de una población mediante la acción en conjunto del potencial económico y la participación social equitativa de un sitio determinado, a través de políticas públicas adecuadas para lograr un desarrollo integral. El fin de la correcta adaptación del potencial económico de un sector, mediante su actividad comercial con las características propias del espacio en el que se desenvuelve, es el de lograr el desarrollo y bienestar de los actores involucrados en él. Siendo los Centros Urbanos de las ciudades elementos meramente locales y sectores compositivos del espacio de la ciudad, su correcto desarrollo en el ámbito económico potenciará el desarrollo local, brindando mejores espacios y servicios a la población, respetando el medio ambiente y la cultura y tradición del lugar.
Proyectos de revitalización de estas zonas concurridas y muchas veces deterioradas (proyectos que impulsen su vitalidad mediante mejores y más espacios caminables y de convivencia social), que han sufrido los estragos del tiempo y cambios en las funciones urbanas, ayudarán a mejorar sus características y activar (o reactivar) la actividad comercial y social (o bien, llevándola a un mejor nivel). La idea de un desarrollo local, tomando en cuenta las ideas globales, puede ser fuente para el análisis de estos sitios y su correcta interpretación, para brindar alternativas adecuadas y acordes con el medio urbano y económico, con el fin último de dotar de espacios más aptos y más rentables para el desarrollo local.
Me propongo en este artículo analizar y dar cuenta de los beneficios de estos proyectos de revitalización, en específico de los proyectos de peatonalización (o semi-peatonalización), de Centros Urbanos y entornos histórico-comerciales, tomando como referencia el centro de la ciudad de Hermosillo, Sonora, para impulsar la economía urbana y el desarrollo local, tanto de los sectores mismos como para el conjunto urbano al que representan y el cual demanda de sus áreas y espacios como núcleo concentrador de comercio y de servicios públicos de la ciudad.
EL ESPACIO COMERCIAL
Al hacer referencia a un espacio urbano, hacemos referencia a un conjunto establecido en una zona compuesta por un entorno construido, en donde participan actores públicos, privados y organizaciones civiles, todos ellos enlazados dentro de un entorno y un ambiente social. El espacio comercial se sitúa en el espacio urbano, y participa de manera activa como referente para el desarrollo económico y local.
El núcleo central y referente comercial por excelencia en la ciudad de Hermosillo, es el espacio compuesto por el Centro Urbano de la ciudad. Con una importante presencia del sector empresarial, gubernamental y civil, esta zona se encuentra ubicada en el Sector Centro de la cabecera municipal, y la zona en específico se denomina como el “primer cuadro de la ciudad”. El análisis espacial de esta y otras áreas de los núcleos urbanos toma importancia, sobre todo en los últimos años, ya que de acuerdo a Moncayo (2001), uno de los rasgos más sobresalientes de la última parte del Siglo XX, es la emergencia de la dimensión espacial como un referente fundamental de la economía y la política tanto a escala nacional como mundial. Por supuesto, la dimensión espacial se ha convertido, de igual manera, en un referente para la cuestión local, dado el explosivo crecimiento urbano ydemográfico que presentan las ciudades en las últimas décadas.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), a inicios del siglo XX, la ahora cabecera municipal de Hermosillo, contaba con apenas poco más de 10,000 habitantes, distribuidos en lo que ahora es el casco antiguo. En 1950, la ciudad se empieza a expandir y aumenta su población a 43, 519 habitantes, pero en un lapso de 10 años (en 1960) este número se duplica. Para 1995, el conteo censal ya rebasaba el medio millón de habitantes, y, de acuerdo a los datos más recientes, el área urbana de Hermosillo cuenta ya con 715,061 personas, de las cuales una gran parte acude a hacer sus compras, a realizar algúntrámite o servicio, o bien “de paseo” al Centro Urbano y Comercial. Por otro lado, el crecimiento territorial se ha dado de forma exponencial: en el año de 1900 la entidad ocupaba una superficie de 212.11 hectáreas, correspondientes a lo que ahora se considera como núcleo fundacional o casco antiguo, y que ocupa el actual Centro Urbano. Para el 2014, Hermosillo ya cubría una superficie de 31,736 hectáreas (ver ilustración 1), y la urbanización sigue en constante crecimiento.
A partir de esto nos podemos preguntar: ¿Qué es lo que determina y/o provoca la aglomeración comercial en un entorno urbano? Una respuesta, a partir de Moncayo (2001), podría ser la siguiente: la aglomeración de productores en una localización proporciona ventajas y, estas ventajas, explican la aglomeración. El mismo autor habla de estas ventajas, mencionado que el espacio es la dimensión material de las relaciones sociales y la actividad humana, que constituyen la substancia misma del espacio en donde interactúan factores históricos y físicos, con la acción múltiple de los agentes sociales. Estas relaciones y actividad humana toman forma en los núcleos de aglomeración comercial, en donde la competencia genera una mayor oferta de productos, una mayor atracción de compradores, un incremento en ventas y, a la vez, la oferta de un mejor precio para el consumidor.
Indudablemente, los Centros Urbanos, a cuenta de su historia y tradición, se han convertido en los núcleosurbanos concentradores de la actividad y mayor densidad comercial por excelencia de las ciudades Latinoamericanas. Es claro que estos espacios toman importancia tanto por la zona que integran, como por los actores sociales, políticos y económicos que los representan, incluidas las empresas y comercios que distinguen al mismo como centro comercial. Sheppard (2008), menciona que entender el comportamiento de las empresas que compiten en el espacio para vender el mismo producto a consumidores geográficamente dispersos ha sido un problema definitorio de le geografía económica, por lo que el análisis espacial en el sentido económico y comercial establece, a manera de teoría económica, y sobre el proceso de aglomeración comercial, que entre más empresas coexisten en un espacio geográfico, mayor competencia y mejores precios se ofertarán.
Lo anterior permite ver y entender el entorno y la concentración de espacios destinados a la actividad comercial en los Centros Urbanos y su constante atracción de consumidores, tanto de bienes y servicios como de espacios de tradición y esparcimiento de la población local, ya que este flujo de intercambio en la actividad comercial genera a su vez la convivencia social. Al respecto, Sunley (2008) comenta que el punto clave de la nueva teoría de la localización es que los rendimientos crecientes son primariamente realizados a través de la aglomeración, lo que podría ejemplificarse en los Centros Urbanos y la decisión de los comercios y/o empresas que ahí se instalan para elegir su ubicación. Las acciones económicas son afectadas por otros actores y por el marco de trabajo de relaciones sociales (Martin, 2008, citado en Sunley, 2008), en donde participan, en el caso de los Centros Urbanos, empresas, gobierno y sociedad, mediante relaciones recíprocas y cooperativas en su conjunto para el desarrollo local.
M.C. Daniel Franco Garza.
Estudia el Doctorado en Planeación Urbana y Políticas Públicas en la Universidad de Illinois, Chicago.