Remos laborales

Poner la mano vacía para que te la llenen de monedas ajenas, desde una a muchas, siendo estas por supuesto el producto del trabajo laboral de quien le pides, es para mí una vergüenza para el que pide y no para el que da.

Cuando por apariencia, vemos que no hay razón para otorgarles unas monedas al que te pide estando completo y puede ganarse su sustento, no hay que otorgársele ni un penique o centavo o morlaco, ya ve que hasta Dios expresó: “Que coma el que trabaje y el que no, no”.

No es por supuesto dejar la sensibilidad y el apoyo a los demás por un lado y ser egotista e insensible, por el contrario es dar a quien debe de dársele y a otros más que el regalo de unas monedas, darle un remo o los dos para que reme con sus propias fuerzas y capacidades, saque lo que requiere y no pida lo que no se ha ganado con su propio remar.

Casi es una reflexión, pero más bien es una concepción, de quien camina con el pecho erguido por haber cumplido con esos designios divinos o prácticos, de valerse por sí mismo, de que su actividad laboral o empresarial le ha rendido los frutos suficientes, ni de mas ni de menos, para cubrir las necesidades básicas al menos y de bienestar general de los suyos, pues esos son de orgullo.

Seamos pues buenos remeros y cubramos nuestros propios compromisos, sin dejar lo sensible de un corazón que aspira a la felicidad propia y también la ajena, para estar, trabajar y convivir en una sociedad feliz.

No es para muchos fácil, para unos es de retos lo que se propone lograr, para otros con sólo una motivación o el impulso de la responsabilidad que se lleva, veamos pues que nos dicen con estas “Remos Frases” sus autores y que nos alientan o nos fortalecen: