La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) a través de la Comisión de Honor y Justicia, analizó el caso de la empresa Odebrecht y sus filiales en México de dicho grupo, determinó por medio de resolución de fecha 29 de marzo de 2017, notificada el 04 de abril, la “Pérdida Definitiva de la Calidad de Afiliado”, así como la negativa de registro a cualquier empresa de dicho grupo de manera permanente.
La Comisión de Honor y Justicia valoró los elementos de prueba aportados en el expediente, encontrándose en ellos, la culpabilidad confesa de forma pública en ámbitos judiciales y formales como lo es el Departamento de Justicia de Estados Unidos, así como sus conductas anti éticas en diversos países de Latinoamérica, de las empresas que conforman el Grupo Odebrecht, las cuales van en contra de las conductas y obligaciones de un afiliado a este organismos empresarial, mismas que se encuentran contempladas tanto en sus Estatutos rectores como en su Código de Ética.
La contestación sobre la resolución acordada por la Comisión de Honor y Justicia de la CMIC, Odebrech la realizó por medio de oficio de fecha 10 de abril de 2017, que menciona que “… y toda vez que Odebrecht ha reconocido sus errores y ha adoptado las medidas necesarias para reparar los eventuales daños que ha causado en los países relacionados con el acuerdo DoJ, tenemos la certeza de que por medio nuestras acciones y al continuar dedicándonos al desarrollo de nuestras actividades, podremos recuperar gradualmente la confianza de esta H. Comisión.”
Gustavo Orvallo Luján, Presidente Nacional de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción explicó: “Actuamos en congruencia con nuestra normatividad, buscando una industria de la construcción ética, transparente y formal que cumpla con las leyes de nuestro país, reprobando y señalando aquellas conductas deshonestas que puedan desprestigiar nuestro gremio; por ello no permitiremos que formen parte de nuestra Cámara, empresas que no cumplan con nuestros principios básicos”.
El Constructor. Y es que no hay que dar antes para recibir después el contrato; ni dar para que se la dejen pasar y no hacerlo bien, ni unos, los licitantes ni otros los proponentes deben de anteponer inmoralidades para la ejecución de obra alguna, ni por la prestación de cualquier servicio, si seguimos así preguntémonos ¿Para cuándo lograremos una sociedad mexicana ética, moral y limpia?
Fuente: CMIC
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