Aquí sí te gustaría trabajar: los edificios de oficinas más bonitos del mundo

 

Trabajar en un entorno agradable mejora nuestra productividad. Ahora bien, más allá de la relación con jefes y compañeros, ese buen ambiente también lo genera el espacio físico donde nos encontremos. Por eso, te mostramos diez de los edificios de oficinas más bellos, elegidos por el Festival Mundial de Arquitectura (WAF, por sus siglas en inglés) como finalistas de su edición. Alguno de ellos podría alzarse con el primer premio en su categoría el próximo mes de noviembre.

Situadas en diferentes países del globo, estas construcciones terminadas en los últimos meses están ideadas para que los empleados de sus oficinas nunca más piensen que ir a trabajar es aburrido.

 

Un centro de innovación portugués con mucho arte

El GS1 Portugal es un centro de innovación que aglutina más de 8.000 empresas. Dada su importancia, sin duda, merecía una sede que fuera sinónimo de distinción. Y así lo hicieron realidad los arquitectos de Promontorio en 2016: el edificio K3 destaca en su entorno. Su fachada con paneles de hormigón decorados en relieve llama la atención desde la lejanía. Sin embargo, al acercarse la estructura es aún más bella: unas grandes cristaleras permiten un un máximo aprovechamiento de la luz solar.

 

 

Una increíble estructura de ladrillos

“La arquitectura comienza cuando se ponen los ladrillos con cuidado”. El reputado arquitecto de la escuela Bauhaus Mies van der Rohe pronunció esas palabras en la que los profesionales del estudio Guilherme Torres encontraron inspiración para crear su nueva sede. El edificio está ubicada en uno de los barrios más elegantes de São Paulo (Brasil) y cumple con el compromiso de los arquitectos de “hacer una ciudad mejor y más bella”: la cuidada disposición de los 25.000 ladrillos de su fachada crea una sensación de irrealidad. 

 

 

Una zona portuaria con estilo futurista

Una estación de bomberos abandonada se ha reconvertido para dar vida a la nueva sede de oficinas del puerto de Amberes (Bélgica). Al antiguo edificio se le ha añadido una nueva estructura acristalada en su tejado, con un estilo completamente diferente y que evoca el mar. Así, permite acoger a 500 empleados del puerto que hasta el momento trabajaban en diferentes edificios repartidos por la ciudad. Obra de la firma Zaha Hadid Architects, este nuevo diseño ha dado un aspecto moderno a ese antiguo espacio.

 

 

Cañas de bambú y enredaderas para combatir el calor

La oficina de los diseñadores e ingenieros de KSM Architecture, ubicada en el centro de Chennai (India), parece una vivienda acogedora. Debido al clima del lugar, caluroso y húmedo, su revestimiento está formado por materiales aislantes. Así, varias de sus fachadas están recubiertas de cañas de bambú, mientras el resto cuentan con enredaderas de flores que aportan frescura al entorno.

 

 

Un espacio de trabajo y meditación

Situada en el sur de la ciudad china de Nanjing, este edificio histórico ha sido reconvertido por los arquitectos del estudio MingGU Design para crear unas oficinas con un toque zen. Este proyecto llamado Lai Yard acoge varias salas de trabajo y espacios comunes donde reina la calma. Su lugar estrella es el patio, donde se ha creado una zona acristalada ideal para la meditación.

 

 

Una oficina negra y con agujeros

Este singular edificio se encuentra en una zona comercial en plena remodelación de Auckland (Nueva Zelanda). A la construcción, ligeramente elevada del suelo, se puede acceder por tres calles diferentes, lo que permite conjugar establecimientos en la planta baja con cómodos aparcamientos. Otra de las peculiaridades de este edificio de RTA Studio son sus láminas perforadas de cemento en blanco y negro que reducen la intensidad del sol y facilitan la visibilidad. 

 

Una torre de madera

En pleno corazón de la zona de negocios de Sídney, este edificio diseñado por el arquitecto Francis-Jones Morehen Thorp busca romper con la arquitectura propia del lugar. Así, desde lejos parece una torre exclusivamente hecha de madera en mitad de la ciudad. Esto se consigue gracias a su fachada de múltiples capas: una hoja de vidrio transparente, otra de madera natural y un doble acristalamiento con gran potencial aislante.

Además, en su interior utiliza piedra arenisca como revestimiento, lo que permitió que una artista australiana tallara un hermoso dibujo que da una cálida bienvenida a sus visitantes.

 

 

Una fachada llena de vegetación

Cerca del santuario de Meiji en Tokio, este edificio acoge la nueva sede de la Unión de Cooperativas de Consumidores Japoneses.Tras el gran terremoto de Japón de 2011, las antiguas oficinas sufrieron daños y el estudio de Nikken Sekkei aprovechó las lecciones aprendidas tras la catástrofe.

Así, se creó una estructura mucho más flexible y se incorporaron sistemas más sostenibles de abastecimiento.Su principal novedad es su fachada, que permite recoger el agua de lluvia. Para ello, se utiliza un tradicional sistema japonés de recogida en recipientes verticales llamado ‘kusari-toi’ (‘cadena de lluvia’, en español). 

 

 

La sede gallega de Pull&Bear

Inaugurado a finales de 2016, la sede de Pull&Bear, en Narón (A Coruña), destaca por su gran fachada acristalada. Esto permite un mejor aprovechamiento de la luz natural en una ubicación con baja incidencia solar, lo que sin duda agradecen sus empleados, pertenecientes a los equipos creativos y comerciales de la marca de ropa. Además, el edificio, diseñado por el estudio Battle i Roig Arquitectura, permite un ahorro energético del 20 % frente a uno convencional.

 

 

La redacción más funcional

Una de las apuestas innovadoras del medio de comunicación polaco Wrzesińskie ha sido su sede. Ubicada en la ciudad de Września, está pensada para que los periodistas que allí trabajan lo hagan de la mejor manera y hasta su diseño exterior recuerda a una columna de periódico.

El gran reto de sus creadores, Ultra Arquitects, fue combinar un espacio que permitiera conjugar el contacto con los compañeros y la necesidad de concentración individual a la hora de escribir las noticias. La solución fue crear diferentes salas para cada uso con acceso directo a terrazas al aire libre. Así da gusto ir a trabajar.