Fuente: Reforma/ Nallely Hernández
En lo que va del año, la oferta de vivienda media crece a un ritmo más acelerado de que las unidades del segmento social.
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Indicadores de Vivienda (SNIIV), mientras que los inventarios de unidades de tipo medio, es decir, con un valor de entre 940 mil y 2 millones de pesos, crecieron 13.73 por ciento en agosto, a tasa anual, el rubro de casas de menos de 287 mil pesos subió 7.49 por ciento, respecto al nivel del mismo mes de 2017.
A agosto de este año, en el caso de casa económica se encuentran disponibles 55 mil 356 unidades en todo el País, mientras que en el segmento medio hay una inventario de 91 mil 648 viviendas.
Al mismo mes de este año, en el caso de la vivienda popular, de entre 316 mil y 537 mil pesos, los inventarios tuvieron una caída a nivel nacional de 6.86 por ciento.
Además, en el caso de la vivienda social, mientras que algunas entidades la oferta actual es de miles de unidades, en otros casos sólo se cuenta con unas cuentas unidades.
Es el caso de Jalisco y Nuevo León, con disponibilidad de 6 mil 136 y 7 mil 282 casas de este rubro, cada una, mientras que la Ciudad de México hay disponibles 66 y en Campeche 73.
En cuanto a registros de construcción, la tendencia es parecida.
Por ejemplo, en Nuevo León, con cifras a agosto, hay un total de 14 mil 60 unidades en proceso, pero en la Ciudad de México apenas se contabilizan 2 unidades.
En el caso opuesto, actualmente la Capital del País construye la mayor cifra a nivel nacional de viviendas del segmento medio-residencial, de valores de los 940 mil pesos, a los 4 millones de pesos.
Aurora García de León, vicepresidenta nacional de vivienda y desarrollo urbano de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, comentó que son una serie de factores los que están incidiendo en la reducción de oferta social.
Detalló que el caso del suelo, aunque medidas impulsadas como la creación de polígonos de contención ayudaron a ordenar el desarrollo urbano, también fomentó la especulación de precios.
“Es difícil encontrar tierra viable para vivienda social, necesitamos encontrar mecanismos compensatorios adicionales para provocar que no se genere especulación de suelo”, detalló.
Por otra parte, la representante de los constructores de vivienda acotó que el encarecimiento de los materiales, los trámites, así como los procesos de producción y cobro de vivienda han aumentado por mayor regulación.
“Es una suma de variables que han hecho que han ido haciendo que nos movamos a otro segmento”, destacó.