Fuente: La Crónica de Hoy/ Margarita Jasso Belmont
Píe de Foto: Crónica constató el avance de los trabajos del nuevo aeropuerto en Texcoco.
Cancelar la construcción del nuevo aeropuerto en Texcoco provocaría que se detengan obras de infraestructura social en municipios del oriente de la Zona Metropolitana de la CDMX por 600 millones de pesos de inversión pública y privada.
En los últimos dos años, las empresas constructoras del nuevo aeropuerto destinaron 150 millones de pesos para obras de pavimentación, mejoras en escuelas públicas y edificios gubernamentales en los municipios de Atenco y Texcoco, acciones que se buscaba realizar también en Chimalhuacán, Ecatepec y Nezahualcóyotl, pero que podrían quedar en el olvido si el gobierno de transición pone un freno a la megaobra.
Si bien el dinero invertido en Atenco y Texcoco provino del sector privado, en 2016 el gobierno federal anunció el programa de obras sociales en las inmediaciones del aeropuerto, que contempló un monto de inversión por 600 millones de pesos, de los cuales 300 millones serían destinados por las empresas contratistas y la mitad restante serían recursos públicos.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México fue designado como el gestor de los recursos y el organismo que determinaría en acuerdo con las autoridades de cada municipio aquellas acciones a realizar y los lugares para el desarrollo de la infraestructura social.
En caso de que el gobierno de transición, que no está contemplando en su análisis este impacto social, cancelara el proyecto del aeródromo, un total de 450 millones de pesos —el 75 por ciento de la inversión planeada— se habría detenido sin llevar a cabo las obras prometidas para mejorar la calidad de vida de los vecinos del nuevo aeropuerto.
De acuerdo con un informe del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, del que Crónica tiene copia, se detalla que 18 obras sociales fueron concluidas en Atenco y Texcoco, lo que significa el 75 por ciento de los proyectos contemplados en ambos municipios.
Las acciones más representativas, según el informe, fueron las construcciones de arcotechos en el Centro de Atención Múltiple “Gabriela Brimmer”, perforación y construcción del pozo en el Ejido de San Cristóbal Nexquipayac, en Atenco; mientras que en el caso de Texcoco se construyó un techo en la escuela primaria Gregorio Torres Quintero y se pavimentaron 25 calles en la Cabecera Municipal.
Cuando el gobierno federal anunció el Programa Social Regional en torno al nuevo aeropuerto, se informó que los recursos invertidos en las obras tendrían un beneficio para cuatro millones de personas, lo que representa el 25 por ciento de la población del Estado de México.
El programa de obras sociales también tuvo como objetivo dar a conocer el proyecto del nuevo aeropuerto a los lugartenientes y que a su vez, tuviera un alto nivel de aceptación. Es así que las empresas constructoras, especialistas aeronáuticos e ingenieros civiles realizaron un sondeo a habitantes de zonas aledañas, en donde se encontró que del 2016 (fecha en la que se dio a conocer la megaobra) a finales del 2017, el nivel de aceptación entre los encuestados pasó del 30 al 70 por ciento.
Sin embargo, en lo que va del 2018 no se han hecho nuevos sondeos por parte de las empresas o del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), que indique el nivel de aceptación actual por parte de los vecinos de los municipios cercanos.
En abril pasado, agencias de consultoría y medios de comunicación recabaron opiniones en redes sociales acerca del desarrollo del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, en donde se obtuvo que el 57 por ciento de los mil 200 encuestados rechazó la opción de cancelar el proyecto, datos que fueron compartidos por el GACM a Crónica.
Pistas en Texcoco no requerirán mantenimiento en ocho años
Las pistas del nuevo aeropuerto de Texcoco, que gozan de un avance promedio del 70 por ciento en su cimentación, funcionarían sin necesitar mantenimiento durante ocho años, virtud que no se tendría en caso de construir el proyecto de Santa Lucía, en Zumpango, como propone el gobierno de transición y que ni siquiera se ha contemplado en sus estudios de análisis. Ése es un punto a favor respecto al proyecto alterno de Santa Lucía, pues en la propuesta lopezobradorista, las pistas del campo militar necesitarían inversión de mantenimiento cada año.
En la visita que Crónica realizó el lunes pasado a las instalaciones del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, Estado de México, se constató que la cimentación de las pistas 2,3 y 6 está prácticamente terminada. Este proceso es el más costoso y tardado, pero también el más efectivo y eficiente, pues garantiza que el suelo tenga la capacidad de carga necesaria para operar, explican los miembros del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, quienes guiaron el recorrido de la megaobra.
Los guías comentaron que si se opta por cancelar el proyecto en Texcoco y construir uno en la base militar de Santa Lucía en Zumpango, se podría tener un proceso de cimentación más económico y rápido, pero con la probabilidad de una calidad menor, lo que causaría que se necesite de mantenimiento cada año y eso incrementaría los costos.
Además, recordaron que en el caso del aeropuerto actual, las dos pistas que tiene no operan simultáneamente, ya que mientras una trabaja, la otra está en mantenimiento. Algo de lo que presumirá el NAIM es que sus pistas podrán operar de manera simultánea, no sólo porque no necesitarán mantenimiento en al menos sus primeros ocho años, sino que además la distancia entre una pista y otra será de 1.5 kilómetros, mientras que el aeropuerto actual tiene tan sólo 380 metros de diferencia.
Si permanece el actual aeropuerto en conjunto con el de Santa Lucía, el flujo de vuelos tampoco podría ser simultáneo por el riesgo de choques.