El que se aflige se afloja: Una generación sin nombre, pero que vive

El que se aflige se afloja: Una generación sin nombre, pero que vive

El que se aflige se afloja: Una generación sin nombre, pero que vive Si observamos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: La gente que hoy tiene entre cincuenta y setenta años y que les ha tocado vivir, sufrir y disfrutar el desarrollo de nuevas tecnologías. A este  privilegiado grupo pertenece una generación que ha echado fuera del idioma la palabra “envejecer”, porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales la posibilidad de hacerlo. Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición en su momento, de la –“adolescencia”, que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del siglo XX para dar identidad a una masa de niños desbordados, en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entonces dónde meterse, ni cómo vestirse. Este nuevo grupo humano que hoy ronda los cincuenta, sesenta o setenta, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura latinoamericana le dio durante décadas al concepto del trabajo. Esta generación lejos de las tristes oficinas, buscaron y encontraron hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganan la vida con eso, sin afligirse. Debe ser por esto, se supone, que se sienten plenos; algunos ni sueñan con jubilarse, no aflojarse. Los que ya se han jubilado disfrutan con plenitud de cada uno de sus días sin temores al ocio o a la soledad, crecen desde adentro. Disfrutan el ocio, porque después de años de trabajo, crianza de hijos, carencias, desvelos y sucesos fortuitos...
Siempre la ética

Siempre la ética

Siempre la ética Un padre decidió llevar a sus hijos al circo. Al llegar a la taquilla, pregunta al taquillero: -Hola buenas tardes, ¿cuánto cuesta la entrada? El vendedor responde: -$30 para adultos y $20 para niños de 7 a 14 años. Niños hasta 6 años no pagan. ¿Cuántos años tienen sus hijos? Y el padre responde: -El menor tiene 3 años y el mayor 7 años. Con una sonrisa, el chico de la taquilla dice: -Si usted hubiera dicho que el niño más grande tenía 6 años yo no lo notaría, y usted se ahorraría $20 Y el padre responde: -Es verdad, puede que usted no se diera cuenta, pero mis hijos sabrían que mentí para obtener una ventaja y el recuerdo de esta tarde no sería especial, en realidad sería terrible para el carácter de ellos. Y finaliza el padre: -La verdad no tiene precio. Hoy dejo de ahorrar $20, que no me pertenecían por derecho, pero ganamos la esperanza de que mis hijos sabrán la importancia de decir la verdad. El asistente permaneció mudo. También él tendría una tarde especial para recordar. Esta historia ilustra una escena en la que los hijos presencian una actitud correcta del padre. Esta pequeña historia nos permite percibir que: * Nada debe sustituir a la verdad. * Educar es dar el ejemplo. * Jamás debemos hacer pequeñas concesiones a la mentira, el precio es demasiado alto. * Las palabras convencen, pero el ejemplo arrastra. * El ejemplo es todo. La corrupción comienza en los pequeños gestos y se pasan a las nuevas generaciones como algo común, que no tiene problema....
“MI ALMA TIENE PRISA”

“MI ALMA TIENE PRISA”

“MI ALMA TIENE PRISA” Como todo lo que se comparte, se hace porque al final del texto que lees dice: “Prohibido quedártelo” y también porque el que lo hace no es egoísta y si le sirve a él, es probable que le sirva a otros. Por eso para aquellos que están más allá de la mitad de su expectativa de vida. ¿Cuál es tu expectativa?, ¿más de lo que tienes ahora? Conté mis años y descubrí que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora. Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces; los primeros los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a saborearlos profundamente. Ya no tengo tiempo para reuniones interminables donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada. Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido. Mi tiempo es escaso como para discutir títulos. Quiero la esencia, mi alma tiene prisa… Sin muchos dulces en el paquete… Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír de sus errores. Que no se envanezca, con sus triunfos. Que no se considere electa antes de la hora. Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena. Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas… Gente a quien los golpes duros...
ASÍ ES LA VIDA

ASÍ ES LA VIDA

ASÍ ES LA VIDA Muchas veces en la vida pensamos y hasta decimos que nos queremos morir. Pero la vida es muy valiosa para desperdiciarla. Todos somos muy importantes. Piensa que aunque para el mundo no seas nadie, para alguien eres el mundo. Muchas veces pensamos que otros son perfectos, pero no hay nadie perfecto, todos somos iguales. Sólo hay gente que tiene cosas que tú no tienes, como tú tienes cosas que ellos no tienen. Muchas veces te sientes mal por la forma en que actúas y reaccionas, pero lo que ocurre es que algunos lastimamos con más facilidad que otros. Las virtudes de los demás siempre son más visibles para ti, que las tuyas propias. Muchas veces te aferras a algo o a alguien. No está mal, pero trata de no hacerlo indispensable para tu vida, si te acostumbras a usar siempre muletas, nunca andarás bien.  Muchas veces te desprecias, te miras al espejo y te insultas. No lo hagas, acepta tanto tu realidad como el hecho de que sólo Dios puede transformar tu vida. Muchas veces nos desesperamos y desilusionamos, pero si todo lo que esperamos o deseamos se cumpliera, ¿dónde estarían las sorpresas? Muchas veces nos traicionan los que creíamos amigos. Y ahí aparecen los verdaderos amigos que nos consuelan. Por todos esos motivos no bajes los brazos nunca. Por todo eso vive la vida al máximo, sonríe, se feliz, disfruta de la vida y confía en lo que eres y das. Por todo eso ama la vida, quizás no sea muy larga, pero puede ser intensa y significativa. Puede que te toque vivir cosas...
El trabajo da felicidad

El trabajo da felicidad

El trabajo da felicidad. Un joven fue a solicitar un puesto importante en una empresa grande. Pasó la entrevista inicial e iba a conocer al director para la entrevista final. El director vio su CV, era excelente. Y le preguntó: ¿Recibió alguna beca en la escuela?” el joven respondió “no” “¿Fue tu padre quien pagó tus estudios?” “Sí.”-respondió. “¿Dónde trabaja tu padre?”. “Mi padre hace trabajos de herrería.” El director pidió al joven que le mostrara sus manos. El joven mostró un par de manos suaves y perfectas. “¿Alguna vez has ayudado a tu padre en su trabajo?”. “Nunca, mis padres siempre quisieron que estudiara y leyera más libros. Además, él puede hacer esas tareas mejor que yo”. El director respondió, “tengo una petición: cuando vayas a casa hoy, ve y lava las manos de tu padre, y luego ven a verme mañana por la mañana.” El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era alta. Cuando regresó a su casa le pidió a su padre que le permitiera lavar sus manos. Su padre se sintió extraño, feliz pero con sentimientos encontrados y mostró sus manos a su hijo. El joven lavó las manos poco a poco. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su padre estaban arrugadas y tenían tantas cicatrices. Algunos hematomas eran tan dolorosos que su piel se estremeció cuando él la tocó. Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de lo que significaban este par de manos que trabajaban todos los días para poder pagar su estudio. Los moretones en las manos eran...
La felicidad: ¿Por decreto o por decisión personal?

La felicidad: ¿Por decreto o por decisión personal?

  Gracias a una iniciativa del Reino de Bután, que considera la Felicidad Nacional Bruta más importante que el Producto Interior Bruto, el 28 de junio de 2012 la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Resolución 66/281, publicada el 12 de julio de ese año, decide proclamar el 20 de marzo, “Día Internacional de la Felicidad”. Esta proclama o decreto es reconocer la relevancia de la felicidad y el bienestar como aspiraciones universales de los seres humanos y la importancia de su inclusión en las políticas de gobierno. La resolución invita a todos los estados miembros, a las organizaciones nacionales, regionales e internacionales, a la sociedad civil y a las personas a celebrar este día, y promover actividades concretas, especialmente en el ámbito de la educación. Las Naciones Unidas, por lo tanto y desde el 2013, han celebrado el Día Internacional de la Felicidad como reconocimiento del importante papel que desempeña la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo. En 2015, lanzaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que pretenden poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger nuestro planeta, tres aspectos primordiales que contribuyen a garantizar el bienestar y la felicidad. Han convocado a todas las personas de cualquier edad, así como a las escuelas, los negocios y los gobiernos, a celebrar el Día y logras  los 17 objetivos. En lo personal, me pregunto, por qué esperamos a que se nos decrete que tenemos que buscarnos o allegarnos felicidad para ser mejores, para vivir mejor, para prosperar, si lo tenemos nosotros mismos y desde nuestro interior, con fuerza y valor,...