Ciudades verdes, hacia una sostenibilidad urbana.
Por: Arq. Ana Elva Ibelles Elías.
ana.ibelles@gmail.com
Actualmente la sostenibilidad y el combate contra el cambio climático son temas de alto impacto a nivel mundial, y su relación con las ciudades aumenta día a día, pero, ¿Qué son las ciudades verdes? El concepto va más allá de ciudades con mínima contaminación.
Conforme avanza el tiempo, miles de personas de provincia emigran hacia la ciudad, agregando las altas tasas de nacimiento y el incremento de la tasa de vida, las ciudades presentan una sobrepoblación alarmante, estimándose que para el año 2050 el 70% de la humanidad vivirá en la zona urbana.
El modelo de urbanización actual utilizado en países latinoamericanos en desarrollo, orillan cada vez más al empobrecimiento biológico, donde claramente puede percibirse el desequilibrio entre los elementos construidos que van en aumento (edificios, vialidades, puentes, etc.) y los naturales que van disminuyendo considerablemente (parques, jardines, áreas naturales protegidas, etc.). De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las ciudades deben disponer como mínimo de entre 10-15 m2 de área verde por habitante, distribuidos equitativamente en relación a la densidad de población.
Las ciudades verdes promueven el balance entre el tejido urbano y los espacios naturales, generando una armonía entre estos dos elementos a nivel micro, como predios y barrios, y macro, como zonas urbanas. Es importante integrar los elementos naturales, no solo como elementos añadidos de uso ornamental o de relleno, sino como estrategia fundamental en el diseño urbano.
Es importante saber que no basta con la inversión en áreas verdes, es necesario el mantenimiento de las mismas, por tal motivo, la implementación de vegetación que se adapte a las características climáticas de la zona de interés, ayudarán en gran medida a que se utilicen bajos recursos para su preservación.
Dentro de los beneficios que se obtienen por medio de una ciudad verde se encuentran: incremento de espacios naturales con uso de recreación para la población; sentimiento de arraigo, pertenencia y orgullo; mejora en la calidad del aire; creación de microclimas que generan una baja en la temperatura; generación de sombras, entre otros beneficios.