Es pequeña, discreta y refulgente; la revista Wired la ha reconocido por su belleza y particular simpleza

Las bibliotecas y librerías, quizá por ser lugares asociados enormemente al resguardo del conocimiento, son también considerados una especie de templo. Sí, siempre que se ingresa a una librería o biblioteca hay una cierta sensación de sosiego, de respeto.

Y así, son también una especie de museo; y, su acomodo, arquitectura, en muchísimos casos son tan cuidados como en los primeros. En la Casa de las Culturas Populares de Nuevo León, en el barrio antiguo de Monterrey, hace un par de años se construyó una biblioteca en mancuerna con el despacho de arquitectura Anagrama y ha llamado la atención del mundo por su propuesta: La Biblioteca Conarte.

Dando la sensación de estar en una especie de seno, de cueva, de regocijo, el grupo encargado de la creación de la biblioteca se enfrentó con el reto de maximizar el espacio de 2 habitaciones, una de ellas conectada a los patios centrales del lugar.

Otro de los contundentes retos fue que solo en 50 m2 debieron instalar 2 salas, una para la librería y otra para una sala de lectores, y con un presupuesto de solo 500 mil pesos. También, se debió respetar la arquitectura de la antigua casona del siglo XVIII. Como se apuntó en el sitio de Anagrama:

Nuestra propuesta de diseño se centra en la creación de un espacio que envuelve al lector. Las estanterías cumplen con más que su función básica y fueron diseñadas para simular un domo que juega con la perspectiva visual.

Pero los frutos han sido muchos. El resultado es alucinante, como una cápsula futurista, pero llena de acogimiento. Recientemente el sitio Wired incluyó La Biblioteca Conarte entre las más hermosas del mundo, haciendo mancuerna con otras bellísimas, como la Yangzhou Zhongshuge en China, o Lawrence Public Library en Estados Unidos.