Fuente: El Norte/ Nallely Hernandez
De acuerdo con datos del Inegi, con cifras a julio de este año, la inversión por parte del sector privado en edificios comerciales e industriales creció 13.45 por ciento desde diciembre de 2012.
En el mismo periodo, los recursos invertidos por la IP en escuelas cayó 63 por ciento, mientras que para hospitales y clínicas, la reducción fue casi 50 por ciento durante la actual Administración.
Ricardo Trejo, director general de la consultora Forecastim, explicó que en el caso de obras del sector social son necesarios mayores incentivos de parte del Gobierno, así como garantías de pagos y retornos de inversión para impulsar que privados estén interesados en construcciones que típicamente corresponden a la administración pública.
“Ahí, la obra privada no entra mucho porque en el País la responsabilidad de gastar y de desarrollar este tipo de obras es del Gobierno, y en efecto, las constructoras privadas la construyen, pero finalmente quien está financiando la obra es el sector público.
“Si un privado quiere invertir tiene que ser bajo incentivo del Gobierno, porque si el privado quiere hacer, por ejemplo, una carretera y no va haber cuota o peaje entonces no puede recuperar su inversión”, dijo.
Trejo agregó que para aumentar la participación privada en sectores como el educativo, salud y espacios públicos, es necesario ir de la mano del Gobierno.
Sin embargo, detalló que en dichos sectores las empresas aumentan su interés por instituciones de educación superior y en esquemas de Asociaciones Público-Privadas para hospitales.
Por otra parte, en lo que corresponde a vivienda, la inversión privada también disminuyó al reportar una caída de 3.48 por ciento, pues el monto en pesos constantes, pasó de 7 mil 433 millones 56 mil pesos en diciembre de 2012, a 7 mil 174 millones 391 mil pesos en 2018, según cifras de Inegi.
El especialista señaló que en el caso de dicho sector, se debe tomar en cuenta que en 2013 el replanteamiento de la política nacional de vivienda provocó la desaceleración.
“En general, la vivienda es la más importante, y en efecto, en los últimos años, desde 2016, empezó a desesperar, y como representa una parte importante del PIB eso también hace que el PIB se empiece a desacelerar desde el año pasado”, detalló.