Eficiencia Energética.
Por: Jorge Antonio Sánchez y Díaz de la Vega.
Gerente de Ingeniería Diseño e Innovación
ingenieria@insonor.com.mx jorge@linderoenergy.com
La Eficiencia Energética: su concepto básico representa, la relación, entre el resultado obtenido (bienes o servicios) y los recursos energéticos consumidos o utilizados, en otras palabras, el termino eficiencia energética hace referencia a la optimización de los procesos que requieren de energía, con el objetivo de realizar el mismo proceso con el menor gasto energético posible; No siendo lo mismo que el ahorro energético, ya que el ahorro se puede deber, a dejar de realizar alguna parte prescindible o no necesaria de nuestro proceso, mientras que, para la eficiencia energética, no se deja de realizar dichos procesos, sino que se utiliza la menor cantidad posible de energía; En la práctica se utilizan ambos conceptos, ya sea combinados o de forma independiente.
El desarrollo tecnológico es el catalizador de la eficiencia energética, junto con la mejora de los procesos de producción o la aplicación de la energía. Partiendo del principio de que todos los procesos que utilizamos en la vida diaria son ineficientes, debido a que ninguno convierte el 100% de la energía en trabajo útil, ya que todos pierden energía en forma de calor y prácticamente siempre existe gasto de energía inútil en todo trabajo generado. Deducimos que las estrategias para mejorar la eficiencia energética se deben de enfocar en incrementar, lo más posible, la eficiencia en la transformación, en reducir las pérdidas por calor, en la reutilización del calor generado para otros usos y en las mejoras de eficiencia de los procesos productivos.
Un concepto relacionado con la eficiencia energética es la intensidad energética, que se define como el producto de la división entre el consumo total de energía de un país y su producto interno bruto (PIB), la cual es menor conforme menos energía necesite consumir el país para generar su riqueza.
La intensidad energética se ha mejorado, de forma continua, en la mayoría de los países del mundo, gracias a sus políticas de eficiencia energética y a la aplicación de modernas tecnologías, existiendo algunas excepciones, sobre todo, en los países que han apostado por un modelo de desarrollo intensivo en uso de energía. Por ejemplo, en Islandia está aumentando su intensidad energética, debido a que están ampliando su capacidad industrial, en específico están instalando plantas de fundición de aluminio, que consumen muchísima energía, pero el 95% de su energía es generada con fuentes renovables y verdes, otro ejemplo es el de los países de Medio Oriente, que consumen mucha más energía, ya que los insumos (petróleo) de su industrias eléctrica es mucho muy barato.
Por otro lado, China aumentó su intensidad energética desde el año 2000, aunque en los últimos años y debido a diversas medidas implementadas, casi todas alineadas con el Tratado de París, ha reducido considerablemente su intensidad energética.
Podemos entender que por sí sola la intensidad energética es muy limitada como criterio de eficiencia energética de un país, esto es, que hoy en una economía global, las cadenas de valor son internacionales, en otras palabras, existen diferentes actividades en diferentes países y algunas requieren más energía que otras, por ejemplo: la fabricación de un aparato electrónico consume mucha más energía que el diseñarlo, por lo que en el país donde se diseñe puede tener una intensidad energética menor que en el que se fabrique o al revés. En otras palabras un país desarrollado tiene mejor índice de intensidad energética que el país subdesarrollado que lo fabrica. De cualquier modo a nivel global queda compensado y donde se aprecia que la intensidad energética esta progresivamente disminuyendo, lo que si indica una eficiencia energética mayor en los procesos productivo del mundo.
Existe, también, la intensidad del carbono, que representa la cantidad de CO2 generado por un país dividida entre el PIB es un concepto similar al de intensidad energética pero se enfoca más en los efectos del cambio climático que en el consumo de energía, volviendo a ejemplo de Islandia, aunque ha aumentado considerablemente su intensidad energética y debido al uso intensivo de fuentes de energía renovable, su intensidad de carbono no se ha incrementado, al contrario, seguirá disminuyendo al utilizar cada día más energías renovables en su mix energético.
Las posibilidades de mejorar le eficiencia energética son infinitas, la contraparte es que no siempre son viables económicamente, algunas veces el costo de aplicación o el de la tecnología a usar, superan el ahorro económico que se pudiera lograr en el gasto de energía, por lo tanto, el costo de la energía afecta directamente el desarrollo de la eficiencia energética, ya que a energía más cara, mas será el interés de empresas y consumidores en aplicar medidas para lograr una mayor eficiencia energética.
Esto es relevante a la hora de que los gobiernos diseñan las políticas energéticas que afecten los precios de la energía, por otro lado, la manera de fomentar la eficiencia energética en la promulgación de leyes, donde se exija a los fabricantes estándares de consumo energético o prohibir determinadas tecnologías, componentes o productos en el mercado o también crear incentivos dirigidos a la fabricación o consumo de productos energéticamente más eficientes.
La eficiencia energética es parte fundamental de las iniciativas, acuerdos y políticas de la lucha contra el cambio climático. Una buena cantidad de países en desarrollo han basado sus objetivos en reducir su intensidad energética a pesar de prever un aumento en sus emisiones y por el otro lado los países desarrollados usan la eficiencia energética como herramienta para reducir las emisiones de CO2. Entre muchos ejemplos tenemos que la Unión Europea se fijó la meta de reducir en un 20% en consumo de energía para el 2020; En 30 estados de USA han adoptado estándares de eficiencia energética y la mayoría aplica obligatoriamente dichas políticas a todas las empresas instaladas en sus territorios.
El Senado de USA promulgo la ley de eficiencia energética en el 2015 que tiene como objetivo reducir el consumo de electricidad en un 20% y el gasto de gas natural en un 13% para el 2030.
Conclusiones de esta primer parte, de siete que serán:
- La mejor estrategia contra el cambio climático es la eficiencia energética, ya que cada kilo-watt-hora (kWh) que no se consume representa menos emisiones a la atmósfera, menor costo económico y menor necesidad de cualquier transición energética, es una estrategia donde todo es ventajas.
- Mientras no dispongamos de abundante energía renovable, debemos de fomentar y aplicar la eficiencia energética como principal eje y soporte de nuestras estrategias medioambientales o económicas relacionadas con el uso de la energía.
El Constructor: Espere cada mes una parte de un trabajo de investigación que sobre el tema está desarrollando para ustedes el Ingeniero Jorge Antonio Sánchez, quien está abierto a los comentarios y aportaciones de ustedes.
¿Qué es una etiqueta de Eficiencia Energética?:
Las etiquetas de Eficiencia Energética se adhieren a los productos para brindar información a los consumidores sobre el desempeño energético del equipamiento que consume energía. Esta información permite incorporar el consumo energético dentro de las variables que inciden en la decisión de compra de los consumidores.
En general, las etiquetas incluyen información adicional como ser la cantidad de energía que consume el equipo, la eficiencia energética del mismo y/o su capacidad de aislamiento térmico o trasmitancia.
Las etiquetas pueden ser:
– Etiquetas de aprobación. Son esencialmente “sellos de aprobación” que certifican que el equipo o producto es uno de los más eficientes de su clase en cuanto a su desempeño energético, es decir que ofrecen información comparativa implícita.
– Etiquetas comparativas. Ofrecen al consumidor información que le permite comparar el desempeño energético del producto con el de los productos similares e identificar cuál de ellos es más eficiente.
– Etiquetas informativas. Proporcionan datos sobre el desempeño energético del producto sin ofrecer información comparativa.