El voto es nuestra defensa
Es interés de los ciudadanos, entre otras tantas cosas que tienen que atender, el estar también atento a los acontecimientos político-electorales, pues están en juego los puestos públicos en el ejecutivo y legislativo que les afectarán o beneficiarán los que lleguen, porque de lo que suceda tendrán sus consecuencias, se reflejará para bien o para mal en nuestros negocios, en nuestras actividades diarias, en el modo de vida, de relacionamiento y hasta en el ánimo.
Por lo tanto, no hay que perder de vista y hacer lo que nos corresponda para que lleguen los que realmente tengan honradez, capacidad para coordinar y administrar los recursos provenientes de nuestros impuestos y que no los tomen como si fueran de ellos, pues son ajenos y como tal deben cuidarlos más y no como ha estado sucediendo con anteriores gobiernos, como también con el que se va, que hacen y deshacen a su antojo de esos dineros públicos, para el beneficio personal, familiar y el grupo cercano a ellos. Que ya no suceda jamás, debe ser la consigna de quienes producen y ellos no.
Lo vemos, oímos y nos atiborran, los aun candidatos pues desde antes de ser electos ya están repartiendo el presupuesto y lo expresan en sus mensajes: “haremos, daremos, les apoyaremos, conmigo tendrán todo, esto y aquello hasta la que dijo que tendrían todas las mujeres busto nuevo.” En lugar de decir lo que ellos han hecho, su real y no simulada experiencia, y aplicarles pruebas psicométricas, para saber su verdadera personalidad, la escondida y la no simulada, inteligencia, confiabilidad, dará información de si son o no proclives o son psicopatías, misóginos, mentirosos, deshonestos, sería lo ideal.
Todo lo anterior es porque este 6 de junio, se llevarán a cabo las “elecciones más grandes de la historia” y tienen razón en llamarlas así, pues lo serán por tantos puestos de elección popular que estarán en juego, desde gubernaturas, diputaciones federales y locales y, las planillas municipales que implicará una buena organización, control y mucha seguridad de parte de los árbitros federal y locales.
Más necesaria la observancia, por lo que una de las partes difunde profusamente con todos sus mediatices que tienen contratados, con razón o no, aseguran que estas elecciones serán muy contrarias a lo que se pronosticaba un par de meses atrás, que era un hecho del carro completo que no se dará; que se dará una repartición general de esos puestos en elección, de las propias gubernaturas, alcaldías, diputaciones federales y locales. La suma de votos obtenidos para unos y otros lo dirán y lo bueno es que ya no sucederá como sucedía, el robo descarado de los votos.
Eso sí, las deshonestidades supuestas o verdaderas de los que aspiran, de los que están por irse en Sonora, salieron y saldrán más a la luz pública, con las deshonestidades que ya se sabían, las que se ocultaban y las que se percibían. Que siga pasando lo mismo es inaceptable, la desviación de recursos para su propio beneficio y familiares, para el grupo muy cercano, es una infamia y debe realmente castigarse, que no queden impunes sus fechorías por los que llegan y aunque lo aseguren que promoverán el castigo, judicializando expedientes, qué mal está que nadie lo crea, ni yo, hasta que eso suceda, ¿qué no?
Todo será para bien si ponemos nuestra parte, el voto es arma de defensa.
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