El Departamento de Seguridad Interior (DHS) dijo que el número de personas que cruzaron ilegalmente la frontera con México subió en abril con respecto al mes anterior, y más que se triplicó con respecto a abril del año pasado.
Estados Unidos reveló el viernes un aumento de la inmigración ilegal en la frontera con México, una situación que tildó de “crisis de seguridad” y que motivó un nuevo llamado del presidente Donald Trump a levantar su prometido muro limítrofe con sus vecinos del sur.
“Nuestra frontera sur está bajo asedio. El Congreso debe actuar ahora para cambiar nuestras leyes de inmigración débiles e ineficaces. Debe construir un muro. ¡México, que tiene un problema de delincuencia masivo, está haciendo poco para ayudar!”, tuiteó el mandatario.
El Departamento de Seguridad Interior (DHS) dijo que el número de personas que cruzaron ilegalmente la frontera con México subió en abril con respecto al mes anterior, y más que se triplicó con respecto a abril del año pasado.
Un total de 50.924 personas fueron detenidas en abril por intentar ingresar ilegalmente a Estados Unidos, el nivel más alto para ese mes del año desde 2014. Esto supone 600 personas más que en marzo pasado y 15.766 más que abril de 2017, cuando la inmigración cayó tras la llegada de Trump al poder.
También se incrementó con respecto a marzo de este año el número de niños que llegan solos, a 4.314, y de familias, a 9.647.
Estas cifras “subrayan la continua crisis de seguridad a lo largo de nuestra frontera suroeste”, dijo Tyler Houlton, portavoz del DHS, quien recalcó que “el DHS tiene tolerancia cero para quienes infringen la ley”.
Houlton también dijo que aumentaron “significativamente” los índices de derivación al Departamento de Justicia (DoJ) de quienes cruzan la frontera ilegalmente en comparación con el mismo periodo de 2017.
“A quienes buscan abusar de nuestras leyes generosas, los estamos observando”, señaló en un comunicado, en el que advirtió que también serán procesados quienes “ayudan o asesoran” a aquellos que buscan entrar al país con reclamaciones migratorias falsas.
Caravana Migrante
En las últimas semanas, una caravana de migrantes centroamericanos que argumentan huir de la violencia en sus países atravesó México con destino a Estados Unidos, donde muchos dijeron que solicitarán asilo.
La cobertura mediática de la caravana desencadenó una oleada de furiosos tuits de Trump, que ordenó desplegar miles de tropas de la Guardia Nacional en la frontera y llamó a México a detener a los migrantes.
El gobierno de Enrique Peña Nieto rechazó la presión de Trump. En cambio, les dio a los migrantes un pase de tránsito de un mes para decidir si quieren buscar refugio en México, regresar a sus países o seguir avanzando hacia Estados Unidos.
De los más de mil que partieron a fines de marzo de la frontera sur mexicana, unos 300 decidieron seguir la marcha para pedir asilo en Estados Unidos, señalando que escapan de la violencia de las “maras” (pandillas).
Funcionarios mexicanos dijeron el jueves que 145 habían ingresado a Estados Unidos desde la noche del lunes.
El viernes, organizadores de la caravana reportaron que los últimos 83 migrantes que quedaban en el campamento en la ciudad mexicana de Tijuana, fronteriza con San Diego, cruzaron en las últimas horas y decenas más permanecen en albergues esperando ser atendidos por las autoridades estadounidenses.
Los centroamericanos, que recorrieron todo México desde la sureña Tapachula, proceden de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua.
Las autoridades estadounidenses, que señalaron estar trabajando al máximo de su capacidad para tramitar las peticiones de asilo, informaron el lunes haber arrestado y acusado a 11 miembros de la caravana por ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
La frontera entre Estados Unidos y México tiene más de 3.000 km. Desde la campaña electoral, Trump quiere construir un muro para evitar la inmigración ilegal, a la que constantemente vincula con el crimen.
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