México y sus vecinos de América Latina son la región que menos invierte en infraestructura en el mundo en desarrollo, a excepción de África, por lo que para reducir esa brecha deben elegir los proyectos correctos y no sólo buscar más recursos, dijo el Banco Mundial en un informe.
“América Latina y el Caribe puede reducir de manera drástica su brecha en infraestructura gastando de forma correcta en las cosas correctas”, de acuerdo con el informe Repensar la infraestructura en América Latina y el Caribe. Mejorar el gasto para lograr más, presentado este jueves durante las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washington.
La inversión en infraestructura de la región como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) es de sólo 2.8%, inferior al rango de entre 4% y 8% de países de Asia y Medio Oriente, destacó el organismo internacional.
México junto con Argentina y Brasil son los países que determinan ese bajo promedio de inversión en la región, pues otras naciones como Perú o Bolivia invierten más de 4% de su PIB en infraestructura por año, detalla.
El informe destaca la importancia de la participación privada en el desarrollo de proyectos de infraestructura pero debe ser vista más como un complemento y no un sustituto de la inversión pública.
Sin embargo, ante la perspectiva de menor inversión pública y privada la única clave de las naciones latinoamericanas para desarrollar su infraestructura están elegir apropiadamente en qué destinar recursos y hacer con eficiencia, considera el BM.
“Gastar de forma más eficiente y en las cosas apropiadas no es solo la menor manera de reducir sustancialmente la brecha en inversión: para muchos países será la única manera”, advierte.
TRANSPORTE Y SANEAMIENTO, LAS NECESIDADES
El saneamiento y el transporte son los sectores que requieren mayor desarrollo de infraestructura física y legal en América Latina pues enfrentan un alto rezago.
“El transporte urbano es el rubro donde América Latina y el Caribe tienen el peor desempeño relativo a sus pares”, indica el organismo.
La dispersión de la población en territorios de los países de la región provoca que grandes extensiones tengan nulo acceso al transporte.
“La infraestructura física es solo una parte del desafío que representa el transporte. La falta de competencia en el transporte por camiones y los procesos aduaneros ineficientes son los principales culpables del desempeño relativamente bajo en logística”.
CLASE MEDIA DEMANDA OTROS SERVICIOS
El aumento de la población de clase media en un 50% en los países de América Latina modifica la demanda de servicios que los gobiernos deben atender. “Los cambios en los factores socioeconómicos también afectan la demanda de servicios de infraestructura”, dijo.
Este sector de la población demanda mejores servicios en energía y transporte pues ya cuentan con los servicios básicos como agua y luz, los cuales son una necesidad no satisfecha entre los más pobres.
Fuente: CMIC/CICM/ Expansión