Muchísimos años fueron los esperados para que en 1985 se diera el banderazo de inicio, el Gobernador Félix Valdez, a la construcción de un cuerpo mas de carretera para convertirla en la hoy llamada carretera de la cuatro carriles y acabar con el adjetivo de “la carretera de la muerte”.
Está cuatro carriles que debió haberse realizado de una vez en concreto hidráulico, no se decidió así. En esos tiempos con un país petrolero, la obre protección de plantas de asfalto, los intereses de contratistas y el gobierno definirían el proyecto para hacerlo de carpeta asfaltada. Con esta decisión aseguraron trabajo permanente por su mantenimiento, pero insegura. Hoy se estima que se ha reparado, reconstruido o rehabilitado unas seis veces todo el tramo en ambos sentidos en sus 30 años de vida.
Ahora se elevará parcialmente, no en su totalidad a autopista, pues las especificaciones para que esto suceda no serán aplicadas en todo el tramo, no se cumplirá con lo comprometido que es: Construirla en ambos cuerpos de Estación Don a Nogales de concreto hidráulico, aunque se siga difundiendo, “La modernización de la carretera federal 15, tramo Estación Don-Nogales, que la convertirá en una autopista con altas especificaciones de concreto hidráulico”, lo dice el Director del Centro de la SCT en Sonora, Javier Hernández, y todos los funcionarios federales del presidente para abajo, cuando de este tema tratan, pero no dicen que de Hermosillo a Santa Ana es y seguirá de asfalto.
La Gobernadora Claudia Pavlovich exigió respuestas. Demandó o pidió su plena atención a esta obra, por la lentitud y lo complicado para el tránsito vehicular que se ha convertido en todo el tramo en reparación, de un gran riesgo, y tuvo respuesta del Director de la SCT, el propio Javier Hernández, haciendo referencia a lo siguiente:
“Es una obra difícil, complicada, es una carretera por la que transitan 12 mil vehículos diarios y el nivel de dificultad con que los trabajos deben hacerse es extremo, de ahí que el programa de cada una de las empresas, vamos en tiempo, estamos trabajando para que esta autopista quede terminada antes de que concluya el periodo de Enrique Peña Nieto, consideramos que para el segundo semestre de 2018 podamos concluir esta obra”, puntualizó.
Los observadores y usuarios afirman que esto no sucederá, y no sólo porque de hecho no lo será una autopista total, por el tramo de asfalto Hermosillo-Santa Ana, también no les darán los tiempos, y a pesar de estas observaciones, dice:
“En lo personal considero que los trabajos están avanzando y que van de acuerdo a lo que nosotros hemos estado planteando en cada una de las reuniones que hemos tenido con los contratistas y todos los días se aplica más de un kilómetro diario de carpeta de concreto”.
Tramo Hermosillo – Guaymas
Con apreciaciones de usuarios de este tramo en construcción total, que consideran que algunas de las partes ya construidas, presentan o se percibe una alta peligrosidad, pues subir las nuevas cuestas consideran que se convierten en inseguras para el tránsito vehicular, y es que al parecer la modificación del proyecto original, construyendo grandes jorobas de 3,4 o 6 metros se convertirá en un tramo peligroso, se requerirá una explicación.
Por lo anterior sería bueno esa explicación y justificación técnica de parte del Director del Cetro SCT-Sonora Javier Hernández, del por qué se modificó, o ¿no? el proyecto original, que a simple vista de los usuarios se ven grandes volúmenes adicionales de obra sin necesidad.
Esperaremos que se dé tiempo para una explicación pública sobre lo anterior, y no vayamos a traer al presente un histórico apelativo, “el tramo de la muerte”, para este tramo de la parcial Nueva Autopista en Sonora.