La corrupción representa hasta el 9% del PIB nacional y la construcción es una de las actividades donde es más común. Pero acabar con ella no es imposible.
La corrupción en México representa el 9% del PIB nacional, y a nivel internacional el país se encuentra entre los peor calificados del mundo. De acuerdo con un ranking global de Deloitte, México ocupó el año pasado el puesto 123 en falta de transparencia y corrupción, de un total de 176 países.
Y en una escala del 0 al 100, en que 100 es muy transparente, México obtuvo 30 puntos, cinco menos que el año pasado. Cualquier puntaje debajo de 50 puntos indica que el gobierno está fallando en atacar la corrupción, según el estudio.
“Es un tema estructural en el país, las cosas están diseñadas para que así se den. Hoy la política juega un papel importante en este tema, pues donde haya erogaciones en el sector público, hay condicionantes para dar beneficios y generar inversiones en ciertos proyectos”, dijo Gustavo Arballo, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
La construcción es, precisamente, uno de los sectores donde la corrupción es más común. Por ello, DemoLab, Nosotrxs y el Colegio de Arquitectos montaron una plataforma, Construcción sin corrupción, con la que buscan elaborar materiales que apoyen a mejorar la transparencia y reducir el problema en la industria.
“Estamos tentados a la corrupción en la obra pública y privada, pero vimos que el impacto para el consumidor es altísimo, en atención de servicios públicos, en la demora de la entrega de obras. Y en el privado, en el encarecimiento en 10% de los proyectos, lo que se traduce en rentas o precios de venta más caros al consumidor”, dijo Luis Fernández, director general de Nosotrxs.
Por ejemplo, en la obra pública, un estudio de México Evalúa afirma que la corrupción implica sobrecostos de 36%, y eso afecta a los impuestos que pagan los contribuyentes y cómo se gastan, explicó Fernández.
Esto tiene consecuencias para el consumidor final, ya sea el que rente un inmueble, compre una casa o el propio gobierno. Además, resta competitividad, fomenta la creación de oligopolios y genera un mal ambiente de negocios, agregaron las organizaciones.
Para comenzar a disminuir la corrupción en la construcción, hay cinco puntos que se deben trabajar:
1. ACTUALIZACIÓN Y SOCIALIZACIÓN DE PLANES URBANOS
Para frenar la corrupción se debe de tener un plan de Desarrollo Urbano en que se incluya a la sociedad a todos niveles. El plan que está discutiéndose para la Ciudad de México, aún carece de algunos rubros que pueden suscitarse a malos manejos, como puede ser tenas de sustentabilidad social y ambiental. “Ahí tiene una pata coja, porque debe haber contrapesos para equilibrar ese desarrollo inmobiliario de la ciudad, que garanticen temas ambientales, pero temas sociales y por supuesto, temas económicos que satisfagan a todos”, dijo Martha Peña, directora ejecutiva de Laboratorio Democrático.
2. DIGITALIZACIÓN DE LA INFORMACIÓN
Tan solo 13% de las obras públicas en el país tiene propuestas de licitación en Compranet, y la presentación del fallo se hace sólo en 4 de cada 10 obras, citó Fernández. El sistema de Compranet es el medio en que se digitaliza dicha información. “Es una gran plataforma que puede mejorar. Ya le estamos metiendo mano para tener esa herramienta con mejor uso, es la mejor en el mercado para ser transparentes en el gasto público”, dijo Arballo.
3. ARANCELES SOBRE PROYECTOS ARQUITECTÓNICOS
La figura de proyecto arquitectónico en obra pública es prácticamente inexistente y la ley no especifica qué tipo de profesionales deben establecerla. “Esto ha devenido en que abogados y médicos están construyendo, y eso impacta en la calidad de vida de las personas. Hay aranceles establecidos para los proyectos arquitectónicos, pero no hay tope máximo, y se deben poner pisos para que haya calidad en los mismos”, explicó Peña.
4. REGLAMENTACIÓN Y MEDIDAS DE MITIGACIÓN
La corrupción es un tema casi cultural en el país. Y esto se complica más cuando no hay reglamentación clara, pues los huecos legales sirven para que los servidores públicos pidan sobornos. Una de las iniciativas de Construcción sin corrupción será revisar las obras en curso en las distintas delegaciones, pues ya tienen ubicados a los funcionarios y oficinas de gobierno donde se piden sobornos a causa de la falta de transparencia de la regulación de usos de suelo, tiempos de tramites, entre otros.
En cuanto a las medidas de mitigación, es necesario transparentarlas, lo que implica hacer público el valor de los terrenos, su uso de suelo y cómo se dan los cambios de uso de suelo, pues de eso dependen las medidas de mitigación que se piden a las empresas. Es decir, puede haber una obra de gran impacto en cierta zona, cuya medida de mitigación implique solo poner una jardinera, cundo debería ser poner incluso un parque. “A partir de los recursos que se destinan a la sobornos, se van flexibilizan los criterios en todo, hasta de uso de suelo y de mitigación ambiental”, ejemplificó Fernández.
5. TRÁMITES
Antes de comenzar una construcción se deben realizar al menos 30 trámites en la Ciudad de México, que van desde licencias de uso de suelo hasta medidas ambientales. Ahí se realizan buena parte de los pagos por corrupción.
Para evitarlo, hay que simplificar los trámites y transparentar la información de tiempos y procesos. Al no existir tiempos claros y transparentes para dar permisos, hoy se piden sobornos para acelerarlos, agregó Fernández.
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Ana Valle