Las compras con dinero ajeno.

Las compras con dinero ajeno.

Las compras con dinero ajeno.

Es común en quienes tienen dinero y los que no también, que deseen poseer algo que es distinto, diferente, único, muy especial y al obtenerlo de forma licita con sus propios recursos logran un alto sentido de pertenencia; mas cuando con esas posesiones no ofenden, por su valor, a terceros; esto para mí es muy plausible por provenir de esa fuente de recursos.

Diferente es cuando funcionarios de gobierno y aun peor por decisión del presidente en turno se adquiera con similares deseos, pero con una diferencia al usar recursos no propios, graves son las consecuencias, pues esos recursos públicos que deberían orientarse a promover acciones, servicios, y ejecutar obras de infraestructura productiva; por el contrario, lo desvían a esos fines en ese afán de incentivarse un engreído orgullo personal desviado y no adecuado para un servidor público.

 Viene a modo mi comentario, el de arriba de ésta mi entrega 109 y su título, por la adquisición de la aeronave el “Avión Presidencial” por Felipe Calderón en noviembre de 2012 y que entregó a su salida a Enrique Peña Nieto, costando el capricho 218.7 millones de dólares, es decir, 2 mil 952.4 millones de pesos.

Además, para la comodidad del pasajero, sus invitados y comitivas, requirió otros recursos para una remodelación, adecuarlo con todos los elementos que le dieran un mayor de confort, aplicando ingeniería de diseño interior, instalación de sistemas, adecuaciones de estructura, equipamiento de cabina y cocina; certificaciones y demás equipamiento y despensa, por unos 81 millones de dólares.

A la par del costo y gastos referidos, el gobierno federal y BANOBRAS firmaron un contrato de arrendamiento, de 15 años, considerado pagos anuales promedio de 45 millones de pesos por operación y mantenimiento, más pagos anuales de arrendamiento, que a ese plazo darían un total aproximado de 7 mil 500 millones de pesos.

El Boeing llamado “José María Morelos y Pavón” aterrizó por primera vez el 3 de febrero de 2016, en suelo mexicano y después de 4 años de su adquisición, tiempo que llevó aplicarle sus arreglos y estar en condiciones y comenzar a ser usado. El primer vuelo de tan majestuosa nave, fue a la ciudad de Hermosillo, Sonora 4 días después, de esta fecha.

Mucho de qué hablar ha dado esta adquisición del avión en estos años, de un nuevo gobierno que lo tiene en venta y que hoy tan sólo representa y es un símbolo de la corrupción, de lo que es capaz un gobierno arrogante y rapaz, sin un ápice de pudor, ni temor de ser algún día, balconadas sus desatinos y fechorías.

Por eso, las adquisiciones y contratos, por aviones, medicinas y demás servicios con dinero público bajo custodia, debe de ser bien utilizado, que produzca buenos rendimientos y beneficios que alcance y que lleguen completos a su destino, pues ya sabemos, con lo vivido y padecido por años, que dinero que se administra con tranza, no alcanza.

Me despido de ustedes, pero volveremos el próximo mes de septiembre, el más patrio del los 12, deseando que los asuntos de salud y de negocios ya empiecen a normalizarse, que hayamos salvado y traspasado este trance de la pandemia del Covid-19. Elevo mis plegarias para que los que hoy sufren sus pérdidas, haya resignación.

Hasta pronto y que Dios los tenga a buen resguardo.

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