Lope de Toledo y los #JuevesDeArquitectura: ‘Un arquitecto nunca deja de formarse’

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Lope de Toledo y los #JuevesDeArquitectura: ‘Un arquitecto nunca deja de formarse’

Cualquier persona que haya entrado alguna vez en Twitter se ha encontrado con el hastag #juevesdearquitectura. ¿Alguna vez te has preguntado de dónde viene? ¿Quién está detrás de un hastag que cada jueves desde hace más de dos años inunda nuestro feed de imágenes arquitectónicas?

¿Quién es Luis Lope de Toledo?

Luis Lope de Toledo (LLT): La pregunta del millón. Nunca he sabido cómo definirme, así que supongo que eso mismo cuenta como definición. Podría decirse que soy alguien a quien le gusta mirar por la ventana de su vagón y ver cómo cambian los paisajes a lo largo del viaje. Y observar la gente que se sube en su estación, permanece a tu lado hasta que llegas a tu destino o se baja del tren antes de tiempo.

¿De dónde viene tu pasión por la arquitectura?

LLT: No sabría decirte exactamente. Lo que sí que sé, es que gran parte de culpa la tiene mi padre.

De pequeño veía cómo a través de una fina línea de grafito que salía de su lápiz, se dibujaba en una lámina completamente vacía otra realidad distinta y mejorada a la que podía ver con mis ojos. Y ese fue el primer acercamiento a la magia que tuve, sin necesidad de trucos.

 

 

Con un padre arquitecto parecías abocado a la arquitectura. ¿Cómo ha influido esa formación en esta iniciativa?

LLT: Me gusta pensar que la formación de un arquitecto comienza mucho antes de que él sepa a qué se quiere dedicar. Cada rincón que visitas, cada vivienda que te ha visto crecer o cada libro que construye mundos en tu cabeza forman parte de ella. Al final la escuela de arquitectura es una herramienta más en la que lo importante no es aprender dibujo, estructuras o normativas urbanísticas. El objetivo principal es que cambies tu manera de ver el mundo, y sobre todo de imaginarlo.

También me gusta creer que un arquitecto no deja nunca de formarse, porque cada disciplina tiene algo que aportar. Incluso cuando estás sentado en el cine relajado y viendo una película, sigues aprendiendo. Es difícil apretar el botón de apagado en nuestra mente cuando llegan a ella constantes referencias que pueden transformarse en soluciones a problemas de nuestro día a día.

 

 

Quizás por eso una de tus vías de escape ha sido Twitter. Son tres años ya de #JuevesDeArquitectura pero, ¿De dónde vino la idea?

LLT: Un día decidí que ya había hecho bastante daño en Twitter con tanto chiste malo y era hora de ponerle remedio. Quise de una manera muy directa enseñar proyectos que me hubiesen marcado de alguna manera u otra. Tres o cuatro fotos, el nombre del proyecto, su autor, localización y año de concepción, valdrían para despertar el interés de quien no los conociese. Y parece que funcionó.

Y tanto que funcionó. #Juevesdearquitectura se ha posicionado varias veces como Trending Topic, y en el mundo de la arquitectura ya es una de esas cosas que parece que siempre han estado ahí. ¿Cuál era tu intención con el hashtag?

LLT: Por lo menos en nuestro país, el 90% de proyectos edificados responden al interés de ciertos promotores en enriquecerse gracias a la inversión inmobiliaria, en vez de dar respuesta a una serie de necesidades habitables que varían con cada usuario. Dicho de otro modo, tanto en España como en otros muchos lugares del mundo se construye para ganar dinero, no para que la gente disfrute verdaderamente de su vivienda. Gracias a los #JuevesDeArquitectura podía enseñar que existe vida más allá de los bloques de ladrillo y hormigón en los que vivimos casi todos nosotros.

 

¿Estás contento con la evolución que ha tenido?

LLT: Cuando comencé con el hashtag mi intención era la de convertirme en alguien rico y famoso, y no tener que volver a madrugar nunca más. A pesar de no haberlo logrado, cada día más gente participa en la iniciativa y hay muchos jueves en los que se cuela dentro de los Trending Topics de España. Todavía me sorprende que algo que comenzase de la manera más inocente pueda aportar un granito de cultura a una red social tan saturada de chiste y crítica política.

Y entrando ya en el detalle de tu propia actividad, ¿cuáles son tus cinco #JuevesDeArquitectura favoritos?

LLT: Después de tres años es muy complicado quedarse solo con cinco. Lo bonito de todo esto es que cada uno puede aportar su toque personal y compartir con los demás todos aquellos lugares que alguna vez le han puesto la piel de gallina. Por mi parte, si tuviera que seleccionar una dentro de mis publicaciones, elegiría la que hice el 19 de marzo de 2015, cuando el día del padre coincidió con el #JuevesDeArquitectura y aproveché para felicitar al mío con uno de sus proyectos que mejor recuerdo guardo.

 

 

 

#Juevesdearquitectura nació para mostrar edificios bellos, como decías, más allá de los bloques de ladrillo y hormigón en los que vivimos. Teniendo eso en mente, ¿cuáles son tus cinco edificios “imprescindibles”?

LLT: Uno de mis lugares favoritos es la Terminal Marítima de Yokohama, diseñada por FOA. Su ubicación, la manera de prolongar el espacio público del parque e introducirlo en el mar y el hecho de ver cómo cada ciudadano se convierte en dueño del emplazamiento y lo hace suyo, es espectacular. Es uno de esos sitios en los que de verdad ves a gente disfrutando del proyecto y es algo a lo que todos los arquitectos deberíamos aspirar.

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Terminal Internacional de Pasajeros de Yokohama / Foreign Office Architects (FOA). Image © Satoru Mishima / FOA

Terminal Internacional de Pasajeros de Yokohama / Foreign Office Architects (FOA). Image © Satoru Mishima / FOA

En nuestro país soy muy fan del trabajo que hizo Iñaki Aspiazu con las bodegas Baigorri. Sobre rasante, una gran cubierta que vuela sustentada por una simple caja de vidrio y alberga en su interior ocho niveles donde la uva realiza todo el proceso necesario hasta convertirse en vino, utilizando exclusivamente la gravedad como partida de proyecto. La arquitectura al servicio de un programa que otros conocidos arquitectos no han sido capaces de resolver.

Para terminar la lista nombraré tres, cada uno de ellos seleccionado por diferentes motivos: el Museo de la Memoria de Andalucía de Campo Baeza, porque consigue dialogar en todo momento con su vecino y amigo, el Palacio de Carlos V en la Alhambra; el Pabellón Barcelona de Mies Van der Rohe, uno de los máximos exponentes del movimiento moderno, una obra pequeña, de la que se puede aprender y disfrutar a la vez; y el Edificio Torres Blancas de Sáenz de Oiza, aunque no sean ni torres, ni blancas.

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Museo de la Memoria de Andalucía / Alberto Campo Baeza. Image © Javier Callejas

Museo de la Memoria de Andalucía / Alberto Campo Baeza. Image © Javier Callejas

¿Qué objetivos a medio o largo plazo te planteas con #JuevesDeArquitectura?

LLT: Es muy complicado predecir el futuro y más en lo referente al mundo de la tecnología. Twitter es una red social que puede haber desaparecido de aquí a dos años, o evolucionar y seguir mucho tiempo con nosotros. Depende de tantos factores que ya debe ser un quebradero de cabeza para sus propios creadores.

A mí lo que me interesa es el concepto. La capacidad de difundir arquitectura de una manera amena a quienes no la llegan a comprender o incluso conseguir conectar gente con los mismos intereses dentro del sector. Y en ese sentido sí que puede decirse que ha funcionado con creces.

 

 

Viendo las perspectivas laborales de muchos jóvenes arquitectos en el mundo, me veo obligado a preguntarte: la Arquitectura como la conocemos hasta ahora, ¿tiene proyección a medio o largo plazo?

LLT: Fredy Massad lo explica muy bien. Las circunstancias actuales no permiten el mismo desarrollo de la profesión que existía hace 15 años, pero las dificultades debemos transformarlas en oportunidades. Tenemos un perfil muy polivalente y existen ramas (muchas de ellas incluso sin desarrollar) en las que con otro enfoque y cierta reconversión nos acogerían con los brazos abiertos. Es cierto que la figura del “arquitecto estrella” tiende a desaparecer y son las grandes empresas las que ganan fuerza dentro del mundo de la construcción. Pero es bonito que no se pierda esa idea romántica de que la arquitectura deba pertenecer a los que más la necesitan y que curiosamente sean los que menos se pueden permitir pagar por ella.

¿Qué te depara el futuro?

LLT: Tengo un proyecto personal en mente para el que me estoy preparando, ya que requiere cierto dominio de una técnica que no controlo lo suficiente y creo que puede funcionar. Está relacionado con esa idea que tengo de hacer llegar la arquitectura a un mayor público, siguiendo la línea del #JuevesDeArquitectura. Mi plan es darle lanzamiento a lo largo de este año, aunque todavía haya muchas dudas en mi cabeza que espero ir resolviendo cuanto antes. Prometo manteneros informados.

¿Y al resto de arquitectos jóvenes en España?

LLT: Y en cuanto al resto de compañeros, los arquitectos españoles estamos muy bien valorados en el resto de países por la formación tan completa que recibimos. Sería una pena que no pudiésemos desarrollarla aquí y tuviésemos que seguir emigrando.  

 

Lo dice una persona que, en su momento, tuvo que emigrar (Luis pasó casi un año en Japón trabajando en el estudio de Riken Yamamoto) ¿Qué diferencias ves entre Japón y España en cuanto al panorama arquitectónico?

LLT: Japón conserva ese mágico contraste entre construcción tradicional de madera y shojis, con una búsqueda de nuevos espacios e investigación dentro del campo de la vivienda residencial, que es muy complicado que se dé en otros países. Las leyes en Japón son mucho menos restrictivas y los arquitectos tienen esa posibilidad de explorar basándose en las necesidades particulares de cada cliente, logrando situarles en el punto de mira internacional desde hace años. Además allí, la relación entre el precio del suelo y la edificación (aparte de diversos factores culturales que lo potencian) consiguen que la media de vida de sus construcciones no supere los treinta años y las ciudades evolucionen continuamente.

¿Qué mensaje le enviarías a los jóvenes estudiantes y arquitectos que nos leen?

LLT: A los estudiantes, que aprovechen cada oportunidad que les brinda la carrera. Existe una tendencia generalizada a pensar que ya se disfrutará una vez se tenga el título, y me parece un error. La universidad es un periodo perfecto para conocerse a uno mismo, explorar tus habilidades y descubrir hacia dónde quieres enfocar tu trayectoria profesional. Es cierto que con tanta entrega, examen y práctica no queda tiempo para nada más, pero quizás sea necesario replantearse de alguna manera la formación que recibimos.

Y al resto de arquitectos, que se dediquen a lo que más les llene. Nuestra profesión pasa por un reciclaje casi obligado, desde las instituciones hasta los métodos de enseñanza, que parecen anclados en una sociedad de hace cien años y han evolucionado muy poco o nada.

Puedes seguir a Luis en Twitter, Instagram y a través de su web.

 

 

 

 

 

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