Los humedales son ecosistemas costeros que ocupan un lugar privilegiado por la riqueza natural que encierran y los beneficios ambientales que brindan, afirmó Alf Meling López, académico e investigador del Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad de Sonora (Dictus).
Destacó que esos ecosistemas son cuerpos de agua o zonas anegadas que temporal o permanentemente mantienen cierta cantidad de agua donde se realizan diferentes procesos ecológicos, y que algunas de sus funciones más importantes son ser reservorios de agua, zonas de protección de aves migratorias y otras especies, y de crianza de especies de valor ecológico y económico.
Meling López informó que Sonora es uno de los estados con gran número de humedales, especialmente costeros, que benefician a la economía pesquera estatal en gran medida, ya que muchas especies con valor comercial dependen de estos ecosistemas para su supervivencia.
“Proporcionan muchos otros servicios ecológicos, como dar refugio y lugar para anidación a muchas especies de aves migratorias que, inclusive, son utilizadas como especies cinegéticas, igualmente aves residentes como el águila pescadora. También son fuente importante de nutrientes para ecosistemas vecinos, tanto terrestres como marinos”, agregó.
Alf Meling indicó que esos ecosistemas también desempeñan un importante papel como barrera natural que contiene la erosión de vientos y mareas, permiten el abastecimiento de los mantos freáticos, capturan gases de efecto invernadero y actúan como sumideros de carbono.
Incluso, mencionó que están relacionados con los arrecifes de coral, y de desarrollo de manglares, mantos de macroalgas, pastos marinos y muchas especies de halófitas.
Mencionó que entre los principales ecosistemas de esa naturaleza, están el Estero del Soldado, Bahías Adaír, Algodones, San Jorge y de Kino; el Canal del Infiernillo y esteros del territorio Comcaac; los de la Sierra de Ajos-Bavispe y Arroyo Verde en la región de Álamos (Río Cuchujaqui).
Asimismo, citó los de las Lagunas de la Cruz, una pequeña bahía en la parte norte del Golfo de California; en San Pedro Mártir, el delta del Río Colorado, y entre otros, el corredor de Humedales del Sur de Sonora, el cual trasciende por ser un sitio de estancia invernal y de descanso durante la migración de cientos de miles de aves acuáticas.
“Son sitios de descanso y anidación para aves migratorias y mantienen un eslabón ecológico alimenticio entre las especies marinas y terrestres. Además, son criaderos de peces, filtradores de agua y una barrera natural contra fenómenos meteorológicos”, reiteró.
Están en grave peligro
Desafortunadamente, sostuvo, más del 50% de estos ecosistemas han sido degradados a nivel mundial y en México el porcentaje es parecido. En Sonora, agregó, se estima que el 77% de los humedales se ha reducido.
Dijo que una de sus características es que son ecosistemas muy frágiles, y por ser muy atractivos, debido a su llamativo paisaje, existe mucha presión sobre ellos, a tal grado que un porcentaje considerable de los mismos está en riesgo, y con ello las especies que los componen y o dependen de ellos.
Por ello, expresó que las satisfacciones económicas y turísticas que ofrecen los humedales debieran ser revaluadas por las personas que hacen políticas ambientales, para proteger estos sitios de gran valor ecológico para beneficios futuros.
Por Jesús Alberto Rubio.
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