Por algunos la llevamos todos “No nos relegue”: Constructores nacionales a AMLO
El gremio reprochó que se les haya dejado al margen en la construcción del aeropuerto de Santa Lucía y en la refinería de Dos Boca, Veracruz y el jefe de la oficina de la presidencia Alfonso Romo se comprometió a buscarles audiencia con el ejecutivo presidente.
La decisión de invitar a firmas extranjeras a participar en el proceso de construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, volvió a causar sorpresa e inconformidad entre los afiliados a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), que “tenían la esperanza” de participar en los grandes proyectos de infraestructura, pero han sido relegados, afirmó su presidente, Eduardo Ramírez.
Esa decisión del gobierno federal se suma a la anunciada al hecho que la Secretaría de la Defensa Nacional, Sedena, se encargará de construir el nuevo aeropuerto en la base militar de Santa Lucía, Estado de México, donde podrían participar con subcontratos, que para el sector privado representa una desigualdad de condiciones y en muchas casos se llevan a cabo en condiciones “leoninas”.
“Señor presidente de la República, estamos a sus órdenes, no nos hagan a un lado. Tenemos la experiencia y calidad suficiente para participar”, comentó el líder empresarial luego de la ceremonia de toma de protesta del consejo directivo de la cámara 2019-2020 que él encabezará por segundo año, en donde el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, asistió como testigo de honor.
Eduardo Ramírez dejó en claro que las firmas mexicanas no pretenden confrontarse con la autoridad ni están en contra de la participación de empresas extranjeras, pero que sí es necesario levantar una vez más la voz para pedir que se reconsidere su participación en las obras en condiciones equitativas.
“Estamos a tiempo de que se reconsideren las decisiones sobre cómo se va a desarrollar la infraestructura y tengamos una mayor participación. Consideramos que el tema de contenido nacional puede ser de 50% en algunos casos. Si una empresa de otro país viene, está bien, pero que se asocie con nuestras firmas que son especializados en construcción de tubería, electromecánica, dragados, obras de cimentación, entre otras”, refirió el presidente de la CMIC.
Romo promete encuentro.
En su breve participación, Alfonso Romo se comprometió ante los constructores a buscar un encuentro con el presidente Andrés Manuel López Obrador para que le externen directamente sus preocupaciones, además de volver a poner sobre la mesa la importancia del contenido nacional en el desarrollo de infraestructura.
“Voy a decirle que nos los dejemos solos y no los vamos a dejar así”, dijo el funcionario y ocasionó un aplauso. Posteriormente, en breve encuentro con medios reiteró que existe un compromiso federal de apoyar a las empresas mexicanas para que tengan una “gran participación” en las obras.
Todo lo que son empresas mexicanas, nacionales o extranjeras, radicadas en México van a tener gran participación en todas las obras, y en el caso del aeropuerto de Santa Lucía, señaló que la Sedena estará en condiciones de subcontratar a empresas privadas y de esa manera se involucren: “Es una posibilidad que está abierta, pero eso sí, yo no tengo todos los detalles”.
Dicha alternativa no es del agrado del sector constructor, porque con base en la experiencia, con la subcontratación se corre el riesgo de que una constructora sea mal pagada o se le haga fuera de tiempo, lo que no genera beneficios reales ni desarrollo económico.
“Hay subcontratos leoninos donde se paga 50 o 60% del costo que están cobrando quienes tienen asignada la obra y ésa no es la forma que deseamos. En todo caso, busquemos asociaciones en igual de condiciones”, agregó Ramírez.
El Constructor: Por nuestra parte y por ser nuevo gobierno, con nuevas intenciones, sobre todo que no se de lo que se da, la corrupción, mediante el pago de “comisiones” por la obra obtenida, estarán más vigiladas estas acciones, alcanzando a los subcontratos y que estos se den con testigos de la autoridad o la ejecutora, para una garantía de pago “justo y a tiempo” para la subcontratista. Me parece que así será o deberá ser y más será si los dirigentes y los mismos empresarios de la construcción en el país lo piden, sujetándose a esas nuevas reglas de honestidad.
Fuente: CMIC/ Construcción/ El Economista/ Alejandro de la Rosa