¿Realmente el deporte es tan bueno para nuestro corazón? La respuesta es sí. ¡Pero ojo! La cultura de la imagen en la que vivimos ha creado una obsesión por el deporte y un estilo de vida más sano que inunda anuncios, gimnasios y centros de alimentación por todos lados. Descubre todos los beneficios de hacer ejercicio para tu corazón, a continuación.
Ventajas del ejercicio para el corazón
El ejercicio siempre será beneficioso si se practica con moderación, es decir, si lo realizamos sin sufrir y disfrutamos con ello. Todos sabemos lo importante que es hacer deporte para nuestro bienestar, ponerlo en práctica es otro cantar.
Cuando hacemos ejercicio logramos perder peso, y a la vez estamos mejorando nuestra salud sino que además estamos disminuyendo las posibilidades de desarrollar enfermedades tales como la hipertensión, la obesidad, probabilidad de infartos, diabetes…. El caso es que la actividad física tiene un gran efecto positivo. Si llevamos a la práctica estos simples hábitos estaremos cuidando nuestra mente y nuestro corazón y todo el sistema cardiovascular. La clave de todo es la práctica de ejercicio físico, combinada con una dieta variada y equilibrada.
- Fortalece el corazón. El primer beneficio que podemos mencionar es que fortalece el músculo del corazón aumentando su grosor ya que al hacer ejercicio el corazón se hace más grande y resistente porque se incrementa la fibra cardiaca. El corazón de un deportista por lo tanto podrá bombear más sangre.
- Reduce el riesgo de sufrir enfermedades. Trata de reducir la frecuencia cardíaca en reposo. Tu frecuencia cardiaca en reposo corresponde al número más bajo de latidos del corazón cuando el cuerpo se encuentra cerca del reposo absoluto. Bajar tu frecuencia cardiaca en reposo puede reducir en gran manera tu riesgo de sufrir infartos y derrames cerebrales.
- En general mejora la salud del sistema cardiovascular: el ejercicio potencia el crecimiento de capilares, pequeños vasos sanguíneos, en el músculo. Esto hace efectivo la entrega del oxígeno al músculo.
- Otra de las ventajas de hacer ejercicio físico es que disminuye el riesgo cardiovascular: las personas que entrenan y hacen ejercicio regularmente tienen menos riesgos de desarrollar problemas cardíacos y enfermedades cardiovasculares.
- Nos ayuda a mantenernos en nuestro peso y no poner a prueba nuestro corazón. El ejercicio físico también ayuda a mantener un índice de masa corporal adecuado: para ello hay que combinar con una dieta sana y el ejercicio. El peso se regula ya que hay una mejora de la eficacia en el gasto que nuestro organismo hace de las calorías, lo que facilita la pérdida y el mantenimiento del peso. También contribuye positivamente a la tasa de metabolismo basal, que son las calorías que quemamos en reposo logrando reducir el apetito y esa necesidad que tiene mucha gente de querer comer a todas horas.
- Ayuda a mantener el colesterol bajo control. El ejercicio regular actúa sobre el colesterol LDL bajándolo. También se le llama colesterol “malo” porque un nivel alto de LDL lleva a una acumulación de colesterol en las arterias. La enfermedad de las arterias coronarias ocurre cuando la acumulación de placa se encuentra en las arterias de su corazón. Hace que las arterias se endurezcan y se estrechen, lo que disminuye o bloquea el flujo de sangre a su corazón. Dado que su sangre transporta oxígeno a su corazón, esto significa que su corazón no podrá obtener suficiente oxígeno.
- Controla la presión arterial alta, ayuda a mejorar la circulación general y a reducir la tensión arterial.
- Aumenta el número de glóbulos rojos en el cuerpo, para facilitar el transporte de oxígeno a todas las partes del cuerpo.
- El ejercicio incrementa la capacidad pulmonar.
- Por último, y para nosotros la más importante, dedicar al menos media hora al día a hacer deporte, sobre todo si es al aire libre, es beneficioso para nuestra salud mental. Nos ayuda a sentirnos bien con nosotros mismos, a relacionarnos con otras personas, a relajarnos, a desconectar de las preocupaciones del día a día. Dedicar un tiempo al deporte después de nuestra jornada laboral nos asegura romper con nuestra rutina y no llevarnos los problemas del trabajo a casa. Si tenemos una vida relajada, en la que escuchemos nuestro cuerpo y dediquemos tiempo a nuestra salud mental, será mucho más difícil padecer enfermedades del corazón.
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