Los primeros 50 migrantes centroamericanos de la Caravana del Migrante, sobre todo mujeres, embarazadas y menores de edad, entraron a la garita de San Ysidro, California, para tramitar su asilo político en Estados Unidos.
Los peticionarios cuentan con la asesoría legal y jurídica de un grupo de abogados especialistas en leyes de migración estadunidense convocados por Pueblo Sin Fronteras, organización encargada del Viacrucis del Migrante en Lucha que inició su trayecto el 25 de marzo en Tapachula, Chiapas, y concluyó el 26 de abril en Tijuana.
Al margen de las declaraciones del presidente Donald Trump, el asilo se considera para aquellos casos donde existe un peligro inminente de violencia y amenazas directas al solicitante, coincidieron los abogados que advirtieron que no aplica a personas que argumentan una violencia generalizada.
Las autoridades de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos comunicaron que en el puerto de entrada de San Ysidro, California, alcanzaron toda la capacidad para recibir a quienes soliciten su ingreso a ese país sin la documentación apropiada.
En un comunicado se estableció que se hará un compás de espera para que se asignen oficiales de migración a ese puerto de entrada para el procesamiento de sus trámites.
“Dependiendo de las circunstancias de cada caso en el momento que lleguen, esas personas necesitan esperar en México en lo que los oficiales de la CBP trabajan en dotar de facilidades a las personas que solicitan asilo, en lo que se da el espacio y los recursos necesarios para atenderlos”, advirtió el documento oficial.
En el contingente de la caravana hay seis bebés, un centenar de niños, cerca de 200 mujeres, entre ellas dos embarazadas.
Una de ellas es Elim Orellana, comerciante salvadoreña de 29 años de edad y cinco meses de embarazo, quien huyó de su país por contar con una amenaza de muerte de los maras al negarse a pagarles derecho de piso por sus ventas en el barrio. Realizó el viacrucis con su pareja que se mantiene en Tijuana en espera de su turno para tramitar asilo.
En tanto, los migrantes centroamericanos se mantuvieron en fila en el área del caracol de la garita de El Chaparral en Tijuana en espera de la procedencia de su petición de asilo para después regresar a los albergues.
Se estima que 250 migrantes solicitarán este beneficio que se encuentra previsto en las leyes estadunidenses.
Antonio Heras, corresponsal http://www.jornada.unam.mx/