Han transcurrido unos días del primer mes del año, y yo lo inicié con el firme y entusiasta propósito de sacar adelante mi tarea, y como editor algo que debo hacer, entre otras tantas más, es el editorial, en el cual escribo sobre lo que pienso, siento o percibo acerca de acontecimientos, de lo que duele o beneficia a nuestros lectores y a nuestra sociedad mexicana en general. Hay temas que por su permanencia no se pueden soslayar, no atenderlos; así como el que titula mi primer editorial del 2018.
La simulación es dañina, pequeña, mediana o extrema; que sería lo mismo poco dañina, medianamente dañina o altamente dañina, y dependerá su tamaño de quien haga uso de ella. Me pregunto qué tanto daña que se simule que está uno bien, que saca la tarea en tiempo, que todo tiene futuro bueno, y finalmente no es cierto y sale a relucir la realidad.
La que es utilizada, expresada, planteada con un ofrecimiento, no sólo a ti, lo ofrece a todos, la solución de todos los problemas; económicos, de educación, de vivienda, de empleo, de salud, prestación de servicios de calidad, ciudades limpias y armónicas sin anarquía; créditos no sólo para la casa, además para que inicies un negocio, lo financies; y sobre todo el compromiso de que serán utilizados los recursos ajenos de forma limpia, transparente, o sea que acabará con la corrupción.
Se juntan algunos y cada quien ofrece mejoras, como lograr acabar con la pobreza extrema, con la delincuencia, que habrá crecimiento y paz social; todos prometen cosas que se parecen, pero no dicen cómo piensan hacer para erradicar, desarrollar y crecer como sociedad.
Yo daría mi voto para quien me convenza, sin simulación, cómo acabaría con la pobreza, con la inseguridad y con el reparto equilibrado de la riqueza, sin quitar a quienes con esfuerzo honrado la han acumulado.
En cuanto a la corrupción, quisiera ya no tocarla en mis editoriales y estar con otros temas, pero no, no se puede evitar pasarle de lado o hacerse de la vista gorda, y mucho menos ser parte de ella, menos a estas alturas mías, y menos cuando nuestra línea editorial es impulsar lo bueno y desaparecer lo malo. Siendo que lo más malo y dañino es la corrupción.
Pero seguiremos hablando de ella, porque hay que contribuir a su erradicación, y más si se siguen presentando y ventilando casos como el último de Nayarit, que se suma a los de Veracruz, Sonora, Chihuahua, Yucatán, Tabasco, y los que vienen, porque de seguro algo está pasando en algunos estados.
Acá en Sonora, su gobernadora ha estado haciendo algo, ha implementando estrategias y sabe que hay mucho que hacer, y sabe que si se hace de forma honesta, sin simulación, como que se hace y no se hace, pues dará al traste su esfuerzo.
Busquemos pues identificar al simulador, hagámoslo a un lado y contribuyamos a lograr una sociedad honesta, nuestro actuar debe ser ejemplo, no imitar y sí denunciar; no omitir y sí promover las buenas acciones.
Que tengan un excelente año, de inicio a fin. Apoyen siempre lo bueno para el país.
ERASMO FIERRO PALAFOX
Presidente -Editor
