En junio del 2015 se publicó la primera edición de la Carta Encíclica Laudato Sí, escrita por el Papa Francisco, quién se refiere al Cuidado de la Casa Común, el cuidado de la Tierra, en dicha Carta el Sumo Pontífice busca convincentemente establecer una relación con todos los habitantes del planeta, de muchas forma exhorta a los lectores a entrar en un diálogo responsable sobre la problemática ecológica mundial, presentando como una verdadera crisis con una consecuencia dramática la actitud descontrolada del ser humano.
“Nada en este mundo nos resulta indiferente”, es su frase inicial, con mucho pensamiento de fondo, hace una descripción y a la vez una predicción sobre la posibilidad de una catástrofe ecológica bajo el efecto de la explosión de la civilización industrial, pero con mucho énfasis y tomando una responsable actitud de su papel de líder moral en este mundo, urgiendo una modificación integral del comportamiento de la raza humana, y sobremanera a los científicos, asegurando, que los “progresos científicos más extraordinarios y el crecimiento económico más prodigioso, si no van acompañados de un auténtico progreso social, económico y ambiental, tarde o temprano se volverán en definitiva contra la humanidad misma”.
El verdadero desarrollo humano posee un carácter altamente moral y supone el pleno respeto a la persona humana, pero siempre debe prestar atención al mundo natural y considerar que la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado.
Debemos también reconocer, que después de mucho tiempo de confianza irracional en el progreso y capacidad humana, buena parte de la sociedad, de las industrias, de los gobiernos están entrando en una etapa de mayor conciencia, se refleja ya una creciente sensibilidad con respecto al cuidado del medio ambiente y a la par, crece una preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta.
Podemos describir una serie de cuestiones y razones que están impactando fuertemente a la naturaleza y seguramente esta lista sería incompleta, pero en forma especial el tema del cambio climático nos provoca una real inquietud y es algo que no podemos desmentir, y que todos habremos de reconocer y enfrentarlo con responsabilidad.
Acotando las líneas anteriores a nuestro país y más específicamente a la actividad minera actual, podríamos decir que hay avances considerables, hay conciencia y hay voluntad de al menos compensar responsablemente el impacto que las emisiones de gases de efecto invernadero que se emiten en su desarrollo, disminuyendo cada vez más su dependencia energética de los combustibles fósiles, tal vez nuestra sociedad aún no perciba con toda claridad los esfuerzos e inversiones que las empresas mineras en México han concretado al respecto, y siguen buscando nichos de oportunidad, esto es justo decirlo, aun cuando vemos, ahora más que nunca, que en cosas del calentamiento global, los países más desarrollados no concretan compromisos globales y peor aún, algunos desmienten la presencia de este problema mundial.
Sabemos que la tecnología, aún basada en combustibles fósiles es contaminante, y que debe ser reemplazada sin demora. Debe existir ya un amplio programa y desarrollo de energías alternativas, no esperemos a que la comunidad internacional logre acuerdos, sigamos por nuestro lado abriendo brecha como país y como actividad básica para el desarrollo responsable, la minería mexicana.
Vaya pues, nuestro reconocimiento a las empresas mineras que ya han desarrollado ambiciosos programas de generación de energía alternativa y han incluido en su organización un área específica, con magníficos técnicos, conocedores de la materia, y lo están haciendo con mucho éxito.
Igual reconocimiento a quienes han creado sus propios invernaderos y cada día plantan miles de árboles, esta acción forma grandes centros de captura de bióxido de carbono, que es el contaminante más abundante y precursor del calentamiento global. Esto lo saben muy bien los mineros, por eso son los líderes del tema en México.
Por: Víctor del Castillo Alarcón Ing. Químico, IPN Premio Nacional al Medio Ambiente 2011 vadelcastilloa@gmail.com