Un nuevo biocombustible a partir de aguas residuales permite reducir un 80% las emisiones de C02
El agua que una planta de tamaño medio depura a lo largo de un año permitiría que un coche diera hasta cien vueltas alrededor de la tierra. En hacerlo posible trabaja un consorcio de empresas liderado por Seat y Aqualia, que avanza hacia la creación de un biocombustible a base de agua depurada que permitiría reducir hasta en un 80% las emisiones de CO2 frente a las que producen los coches de gasolina.
Ofrecer, desde las energías renovables, una respuesta a los problemas de contaminación generada por el tráfico, especialmente en grandes núcleos urbanos, y aprovechar al máximo un recurso tan escaso como el agua, son los dos objetivos que persigue esta iniciativa, bautizada como proyecto LIFE + Methamorphosis.
Para llegar a la “revolución en la movilidad urbana y el desarrollo de las ciudades del futuro” que augura este proyecto, en estos momentos se trabaja sobre la idea de convertir aguas residuales en biocombustible. Para ello, las aguas deben someterse a un proceso de fermentación, purificación y enriquecimiento; pasos tras los que el biogás estaría listo para su uso.
El proyecto aspira a ser capaz de demostrar a escala industrial dos sistemas para el tratamiento de aguas residuales: el prototipo Umbrella y el prototipo Methagro. En el primer caso se introducirán nuevos procesos en la planta de ECOPARC de Montcada i Reixat, concretamente un reactor anaerobio de membranas y el sistema Anammox ELAN, cuyas bacterias permiten eliminar el nitrógeno del agua. Aquí se tratará y producirá el biocombustible que será valorado para su uso en vehículos.
En el caso del prototipo Methagro, los trabajos se trasladan a la planta agroalimentaria de Porgaporcs, en Lérida, para tratar de paliar los residuos descontrolados de purines. A través de un sistema basado en membranas se tratará de producir biometano que podría ser utilizado directamente por el sector del transporte o incorporado a la red de distribución de gas natural.
Para testar los resultados de este combustible alternativo, ecológico y, como destacan sus impulsores, 100% español, coches Seat y de FCC Medioambiente realizarán pruebas de más de 120.000 kilómetros en total. Si estos estudios salen como espera el consorcio, cualquier coche de gas natural comprimido podría a usarlo.
Financiado con fondos del programa LIFE de la Unión Europea, el proyecto aúna, además de a Seat y a Aqualia, a un consorcio del que forman parte, entre otros, el Instituto Catalán de Energía, el Área Metropolitana de Barcelona o Gas Natural. Los impulsores han puesto grandes expectativas en este combustible alternativo.
Las ventajas del biocarburante son claras: de una planta que trate unos 10.000 metros cúbicos de agua diarios se podría obtener biometano para que 150 coches circulasen un centenar de kilómetros al día. Si se tiene en cuenta que España depura cada año unos 4.000 hectómetros cúbicos anuales de agua, el margen para sumar vehículos que circulen sin gasolina es tan amplio como los efectos que este proyecto puede tener sobre la reducción de los gases de efecto invernadero.