Las energías alternativas son la respuesta de solución al grave problema de la contaminación ambiental, ya que los combustibles fósiles, como la gasolina, el diesel, gas óleo o natural, que además de que se están agotando, cada vez son más difíciles de extraer, afirmó Jaime Varela Salazar, profesor investigador del Departamento de Ingeniería Química y Metalurgia de la Universidad de Sonora.
El especialista en el área, sostuvo que la gasolina es uno de los contaminantes que más debemos de tomar en cuenta, como son los casos de la Magna y la Premium de Ultra Bajo Azufre (UBA), de uso cotidiano en México.
Hizo referencia a que la gasolina, ha sido uno de los motores que han impulsado el desarrollo de la sociedad, recordando que ya desde principios de 1900 fue cuando comenzaron a utilizarse los combustibles fósiles (gasolina y diesel), después el gas natural y la energía nuclear, pero que por diversos motivos no prosperó, y finalmente, las energías alternativas.
Respecto a la gasolina Premium de Ultra Bajo Azufre, Varela Salazar advirtió que la producción de óxidos de azufre hacia el ambiente por los automóviles no es muy grave.
Sin embargo, reveló que en los análisis que se han hecho del aire sobre la ciudad de Hermosillo, han encontrado que, en efecto, no hay óxido de azufre, pero sí de una alta concentración de nitrógeno, el cual sostuvo que es muy tóxico, además de que tiene otras implicaciones para la salud humana.
Varela Salazar advirtió que los óxidos de nitrógeno vienen del aire mismo, ya que los motores de los automóviles alcanzan temperaturas muy altas –en Hermosillo tenemos más de 300,000 vehículos–, y reacciona con el oxígeno del aire.
“El aire se compone en un 21% de oxígeno y 79% de nitrógeno, por lo que entre más alta sea la temperatura, más óxido de nitrógeno se produce, y en el ambiente se transforma en dióxido de nitrógeno (NO2), por lo que al combinarse con las gasolinas más quemadas, se produce otro contaminante, como es el ozono, característico en las grandes ciudades”, advirtió.
Dijo que el óxido de nitrógeno es precursor del ozono y de otro contaminante, como es el peroxiacetilnitrato (un tipo de contaminación del aire, y forma parte del smog), que también es muy tóxico y envejece muy pronto a las personas, además de provocar problemas de la salud.
Las dos termoeléctricas y el aire de Hermosillo
Mencionó que otro problema lo representan las dos termoeléctricas ubicadas en Hermosillo, de 250 megawatts cada una, por producir una cantidad impresionante de bióxido de carbono, lo cual se debería de resolver a través de energías alternativas.
Informó que esas plantas –en la Mesa del Seri y otra cerca del aeropuerto–, por fortuna no producen gran cantidad de óxido de nitrógeno porque tienen quemadores especiales para eliminar ese contaminante, y que una forma de aliviar ese problema “es rociándoles vapor de agua para que la temperatura no suba mucho y no se produzcan óxidos tan altos”.
Reconoció que el aire de Hermosillo no es limpio, toda vez que tenemos gran cantidad de partículas suspendidas totales (polvos) muy finas que se van a los pulmones y alteran la salud de la gente. “Todo combustible que contiene carbono produce CO2, sea gasolina, gas natural, etanol o el biodiesel, y las energías alternativas serían una solución, sobre todo la solar, que es la que no tiene avance”, apuntó.
Pensar en el hidrógeno
Jaime Varela afirmó que los investigadores locales necesitan apoyo financiero y recurso humano colaborativo para impulsar las energías renovables; incluso, que ya se piense en la economía del hidrógeno, que es del futuro, por ser un combustible limpio con poder calorífico tres veces más que el gas natural.
Se preguntó dónde obtenerlo para hacer que reaccione con el oxígeno y produzca gran cantidad de energía y agua, y señaló que ya debería estar investigándose en este tema, especialmente por necesitarse cantidades enormes, ya que actualmente se utiliza, pero en cantidades muy pequeñas.
Citó que investigadores de la Universidad de Sonora, desde 1972, hicieron propuestas sobre la necesidad de ir a la utilización de energías alternativas, pero que quedaron en el olvido, pero que por fortuna, aquellas ideas hoy se retoman, como son precisamente el desarrollo de esa tecnología, en particular la solar, que tiene gran potencial en la región, basado todo en un trabajo integral multidisciplinario.
Admitió que en la capital sonorense no se aplica del todo la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente –emitida en 1988–, aunque ésta, dentro de toda crítica, ha sido un gran avance con reformas que tratan de ayudar en el tema.
Finalmente, puntualizó en la importancia de que debe estimularse este tema entre los estudiantes de licenciatura y posgrado de disciplinas afines a las ingenierías para su próximo actuar profesional, y hacer frente a las nuevas exigencias que presenta el desarrollo de la sociedad, señalando que los ingenieros químicos tienen un gran compromiso y reto para contribuir a las cada vez renovadas nuevas exigencias que se avizoran en el mundo para lograr un planeta sustentable.
Por Jesús Alberto Rubio beisrubio3@gmail.com