La desigualdad económica, el cambio climático y la polarización política son algunas de las fuerzas que están distanciando a países y personas.
El pasado miércoles, 17 de enero de 2018 se publicó en la revista Expansión, está construida por Ivana Kottasova y Tal Yellin y les comparto con mucho gusto porque es bueno informarse de este tema, pues usted sabe que los vínculos entre las naciones se están erosionando, y las divisiones en la sociedad son cada vez más amplias.
Mientras los líderes mundiales, incluido el presidente estadounidense, Donald Trump, se reúnen en el Foro Económico Mundial en Davos este mes para analizar cómo crear “un futuro compartido en un mundo fracturado”, CNNMoney echa un vistazo a algunas de las principales fuerzas que están distanciando a países y personas y a continuación se enumeran
1. DESIGUALDAD: La mayoría de la gente vive en países donde la desigualdad de ingresos está creciendo. Los ricos se vuelven más ricos y los pobres se quedan rezagados. Los salarios de aquellos en la parte superior están aumentando más rápido que los de la parte inferior.
Y no son sólo los salarios. La riqueza acumulada durante el tiempo de vida está distribuida de forma aún más desigual que los ingresos. Esto se debe a que gran parte de ella es mantenida en propiedades, acciones y pensiones; activos que pueden generar altos rendimientos, pero que están fuera del alcance de muchos.
Por ejemplo, los salarios pagados a los trabajadores en Alemania aumentaron en 5% entre 2000 y 2016, mientras que los ingresos por inversiones y actividades comerciales aumentaron 30%.
No todo está perdido. Los investigadores del proyecto World Wealth and Income Database dicen que, aunque la desigualdad ha aumentado en casi todos los países, ha ido creciendo a ritmos diferentes, lo que sugiere que los gobiernos podrían hacer algo al respecto.
Investigaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otras organizaciones han demostrado que la desigualdad daña el crecimiento económico y empobrece a todos.
2. BRECHA DE GÉNERO: Según el Foro Económico Mundial, las mujeres ganan menos que los hombres al hacer el mismo trabajo en todos los países. Eso es a pesar del hecho de que la discriminación de género es ilegal en muchos países, incluidos Estados Unidos y los 28 miembros de la Unión Europea.
Las mujeres también siguen siendo un recurso económico sin explotar. Sólo el 50% de las mujeres participan en la fuerza laboral global, en comparación con el 80% de los hombres. Según el Banco Mundial, hay al menos un obstáculo legal para que las mujeres trabajen en el 90% de los países.
También enfrentan muchos costos ocultos, desde los 18,000 dólares que una mujer estadounidense promedio gasta en productos sanitarios menstruales a lo largo de su vida, hasta el “impuesto rosa” que hace que los productos promocionados a mujeres sean más caros que los mismos artículos comercializados a los hombres.
“Terminar con la desigualdad económica entre hombres y mujeres demorará 217 años si continúa la lenta tasa de progreso actual, indicó el foro. El FMI está instando a más acciones en materia de igualdad. Cuando a las mujeres les va mejor, la economía y todos en ella también se ven beneficiados, dice. el Banco Mundial. Su investigación sugiere que hacer que la misma cantidad de mujeres que hombres trabajen podría impulsar el PIB en 5% en Estados Unidos, 9% en Japón y 27% en la India”.
3. CAMBIO CLIMÁTICO: El “Índice de Vulnerabilidad al Cambio Climático” de Verisk Maplecroft se basa en la exposición a los desastres naturales relacionados con el clima y el aumento del nivel del mar, así como en los impactos sobre los patrones de población, recursos, agricultura y conflictos. El índice también considera la preparación y la capacidad de cada país para combatir el cambio climático.
El FMI ha advertido que los países en desarrollo enfrentan crecientes amenazas financieras por el cambio climático. Los huracanes en el Caribe y América Latina, las inundaciones extremas en el sur de Asia y las sequías en el este de África afectaron a algunas de las naciones más pobres de sus regiones en 2017.
Al mismo tiempo, Estados Unidos, el segundo mayor contaminante del mundo después de China, se retiró del histórico acuerdo climático de París bajo la decisión del presidente Trump.
La ONU ha advertido que el cambio climático también está alimentando los conflictos regionales, que están obligando a las personas a abandonar sus hogares.
La International Organization for Migration dijo que el cambio climático está causando una mayor migración tanto dentro de los países como a través de las fronteras, a medida que las personas huyen del clima extremo y del aumento del nivel del mar.
4. POLARIZACIÓN POLÍTICA: Desde Estados Unidos hasta Europa y Asia, la política se está polarizando cada vez más. Las encuestas del Pew Research Center muestran que los republicanos se han vuelto consistentemente más conservadores, mientras que los demócratas son consistentemente más liberales. Eso significa que tienen menos puntos en común en cuestiones clave que en el pasado.
En Europa, los partidos de extrema derecha y populistas están atrayendo más apoyo en varios países, incluidos Austria, Polonia, Hungría y Francia. Un partido antiinmigración y antimusulmán ocupó el tercer lugar en las elecciones de Alemania en septiembre, convirtiéndose en el primer grupo de extrema derecha en ingresar al parlamento nacional desde 1961.
Los analistas de Eurasia Group han advertido sobre el aumento del sentimiento en contra del islamismo, en contra de los chinos y en contra de otras minorías en el sur de Asia. Dijeron que la intensificación del nacionalismo en India también plantea riesgos para la estabilidad.
5. DESIGUALDAD EDUCATIVA: Más de 60 millones de niños de entre seis y 11 años no van a la escuela, según Unicef. Más de la mitad de ellos se encuentran en el África subsahariana, y aproximadamente 27 millones viven en zonas de conflicto.
“La educación ayuda a sacar a las personas de la pobreza y aumenta las tasas de crecimiento. Pero el acceso a las escuelas varía enormemente en todo el mundo. A nivel mundial, el 65% de las personas de 25 años o más han obtenido al menos alguna educación secundaria. En Europa y Estados Unidos, la proporción es muy superior al 90%. En el África Subsahariana, el número cae por debajo del 30%.”