Los industriales del país pidieron una transición de gobierno federal “impecable y sin sorpresas” en la que el foco sea la preservación de la estabilidad macroeconómica.
Fuente: El Economista/ Lilia González
Aunque el 2018 “no será un año sencillo”, la industria nacional prevé revertir su tendencia negativa y crecer entre 0.5 y 1%, basado en el repunte de la manufactura.
Manuel Herrera Vega, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), exigió a las autoridades asegurar la estabilidad económica que ofrezca certidumbre para invertir y profundizar el trabajo en favor de la modernización económica.
“No caigamos en autocomplacencias o debates estériles. México necesita acelerar el paso. A nosotros corresponde sentar las bases para que eso suceda en el corto plazo”, expresó en el Pulso Industrial.
Precisó que si bien hay avances indiscutibles, el centro del debate debe ser “la estabilidad macroeconómica para garantizar una transición impecable y sin sorpresas; impulsar el repunte de la inversión productiva, fortalecer las bases internas de nuestro crecimiento y promover la modernización integral de la planta productiva, particularmente del núcleo mayoritario, las pequeñas y medianas industrias”.
Los empresarios del sector fabril calificaron como “difícil” el 2017 para la actividad industrial. A diferencia del avance mostrado por el PIB nacional (con un crecimiento de 2.1% respecto al 2016) y de los sectores primario (2.8%) y servicios (3.1%), la actividad industrial cerró el año con números rojos, tras caer su producción 0.6% respecto al nivel reportado en el 2016 (año en el que creció 0.5 por ciento).
Ante tal panorama, Manuel Herrera expresó que en un año marcado por la agenda político-electoral y con un cambio de gobierno en el ocaso del año, “la economía mexicana y el sector industrial tendrán que apoyarse firmemente en sus fortalezas para evitar que los episodios de volatilidad e incertidumbre que se presentarán a lo largo del año afecten su rumbo y resultados”.
Mencionó que la renegociación del TLCAN, el ajuste de los mercados bursátiles, la aversión al riesgo y la búsqueda de opciones de inversión seguras y con atractivos rendimientos condicionarán las decisiones de los inversionistas extranjeros.
Los industriales plantearon redoblar esfuerzos para acelerar la modernización de la planta productiva nacional; consolidar la operación de las cadenas de valor que se han formado alrededor de la actividad exportadora y no descuidar la sustitución competitiva de productos importados e impulsar la competitividad de las pymes.
Entre los principales riesgos que observa la Concamin está: el aumento en las tasas de interés en México y Estados Unidos (se esperan tres aumentos a lo largo del año); incertidumbre asociada al proceso electoral, su resultado y el rumbo que seguirá la política económica; además del impacto de la inseguridad sobre planes de expansión.