El año 2017 rompió récords mortales en el frente del cambio climático. La concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra (a) ha alcanzado su nivel más alto en 3 a 5 millones de años. Según la NASA (a), 2017 fue el año más caluroso desde 1880 y el inicio de las encuestas de temperatura, sabiendo que desde el año 2000 (a), la Tierra ha experimentado 18 de los 19 años más calurosos jamás registrados. Y, en 2017, el calentamiento del Ártico fue dos veces más alto (a) que el observado en el resto del planeta.

En el último informe especial del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), el informe es claro: la “ventana” durante la cual todavía es posible contener el aumento de la temperatura global por debajo de 2 ° C se reduce inexorablemente. Además, incluso suponiendo que esto se logre, las consecuencias de este escenario serían mucho mayores (a) que los efectos de un calentamiento limitado de 1.5 ° C.

Sólo en 2017, los desastres relacionados con el clima y el clima han reducido la economía global en $ 320 mil millones (a). Se espera que estas pérdidas económicas aumenten, y son las condiciones de vida y los medios de vida de las personas más pobres y vulnerables las que más sufrirán. Los efectos del cambio climático podrían hundir a 100 millones de personas más en la pobreza para 2030, poniendo en peligro los avances en materia de desarrollo. El cambio climático también obligará a muchas personas, familias o comunidades enteras a migrar a regiones menos expuestas: para 2050, el número de estos migrantes climáticos internos podría alcanzar los 143 millones teniendo en cuenta solo tres regiones del mundo (África subsahariana, sur de Asia y América Latina).

La lucha contra el cambio climático es fuente de oportunidades económicas.

El panorama es sombrío, pero hay algunos signos alentadores que exigen optimismo. El auge de la economía climática está impulsando cada vez más las finanzas y los mercados hacia la línea inferior de las opciones bajas en carbono, mientras que el costo de las energías renovables y las baterías continúa cayendo. Los argumentos económicos de hoy reclaman claramente un desarrollo “climáticamente inteligente”.

De hecho, según el último informe de Nueva economía climática, la lucha contra el cambio climático tiene un potencial considerable para el desarrollo y la economía, con ganancias de $ 26 billones y la creación de $ 67 millones empleos para 2030. Como fuente de nuevos empleos y salidas, la acción climática también está reduciendo la congestión del tráfico y mejorando la calidad del aire.

El Grupo del Banco Mundial desempeña un papel importante en la lucha contra el cambio climático: con un récord de $ 20.5 mil millones asignados a la acción climática en 2018, la institución no solo se ha duplicado La cantidad comprometida antes del Acuerdo de París, pero también logró, dos años antes de lo previsto, el objetivo que se estableció para 2020. Un resultado en los esfuerzos de todo el Grupo para integrar las cuestiones climáticas en todos sus proyectos, en línea con su Plan de Acción para el Cambio Climático. Además, la proporción de proyectos de desarrollo que generan beneficios climáticos además de sus negocios principales casi se ha duplicado, de 37% en 2016 a 70% en 2018 (a).

En los últimos dos años, el financiamiento del Grupo del Banco Mundial ha producido un progreso considerable:

La producción o integración de 18 gigavatios de energía renovable en las redes eléctricas y la movilización de más de $ 10 mil millones en financiamiento de energía limpia en condiciones de mercado;

El desarrollo de 22 planes de inversión para la agricultura climáticamente inteligente en 20 países;

El acceso de 38 millones de personas en 18 países a sistemas de información meteorológica y de alerta temprana fiables para hacer frente a desastres naturales cada vez más frecuentes y violentos (inundaciones, huracanes …).

Las cosas también se están moviendo en la dirección de los mercados de carbono. Las iniciativas de fijación de precios del carbono, que son clave para proporcionar la señal de precio que impulsará a los participantes del mercado a invertir en la transición hacia una economía sin carbono, se han triplicado en diez años. A septiembre de 2018, 46 países y 25 entidades subnacionales habían implementado este tipo de instrumento. En noviembre pasado, la Coalición de Líderes en Precios de Carbono (CPLC) inauguró su primera sucursal oficial en Singapur (a), una señal del aumento de estos mecanismos en Asia.

Al mismo tiempo, se espera que el mercado de bonos verdes alcance los $250 mil millones (a) en 2018. Con motivo del décimo aniversario de (a) su primer bono verde, el Grupo del Banco Mundial emitió en noviembre de 2018 un nuevo Emisión histórica de bonos que ha ampliado su programa de bonos verdes, por un monto total de $ 12.6 mil millones. En 2008, sentó las bases para este nuevo mercado definiendo los criterios de elegibilidad para los proyectos que podrían financiarse y dando a los inversores la seguridad de que estos proyectos ayudarían a combatir el cambio climático. El Banco también está ayudando a los países en desarrollo que deseen emitir sus propios bonos verdes, como lo demuestra su reciente colaboración con Fiji (a), mientras que la Corporación Financiera Internacional (CFI) está ayudando a las empresas a desarrollar este mercado. En octubre pasado, el Banco Mundial volvió a abrir nuevos caminos al ayudar a Seychelles a lanzar el primer bono azul del mundo y promoverlo. Explotación sostenible de sus recursos marinos.

El nombramiento de Katowice.

Tres años después de la firma del Acuerdo de París (a), representantes de más de 200 países se reunieron, el pasado mes de diciembre en Katowice, Polonia, para la 24ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24) (a).

La prioridad de esta ronda de negociaciones es ratificar las reglas y procedimientos para la implementación del Acuerdo de París. Alrededor de 60 eventos se organizaron al margen de la conferencia, que también fue la ocasión para importantes anuncios y presentaciones.

El Grupo del Banco Mundial presente en la COP24 con su mensaje triple.

Primero, No podemos luchar contra la pobreza sin enfrentar el cambio climático y sin prestar más atención a la adaptación en particular;

En segundo lugar, La búsqueda de un crecimiento más limpio y razonado es una fuente de oportunidades. y,

Finalmente, el Grupo del Banco Mundial se compromete a seguir ampliando su papel de liderazgo en la lucha contra el cambio climático. Sobre este último punto, la institución anuncio  ambiciosos nuevos objetivos para 2025., que conducirá a continuos esfuerzos de mitigación importantes, al tiempo que fortalecerá las iniciativas en el área de adaptación. Compromisos que son acordes con la urgencia de la acción climática y reflejan cómo el Grupo del Banco Mundial está ayudando a sus clientes a enfrentar los crecientes riesgos climáticos y aprovechar las oportunidades para un crecimiento libre de carbono y el clima inteligente.

Conclusiones Primarias de la 24ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de Katowice, Polonia:

 “El clima cambiante, las inundaciones y las sequías amenazan cada vez más la seguridad y los medios de vida de las personas en muchos lugares del planeta. Esto está llevando a muchas familias a tener que considerar si pueden quedarse donde están o tratar de vivir en otro lugar”, dijo Koko Warner, la responsable del área de migración en la Secretaría de la Convención de la ONU sobre el cambio climático.

Si bien es muy difícil cuantificar la cantidad de personas que han sido desplazadas por el cambio climático, sí se sabe que el número de los que tienen que abandonar su hogar por los fenómenos meteorológicos extremos es cuatro veces mayor que el causan los conflictos.

En la actualidad, se calcula que más de 258 millones de personas viven fuera de su país de origen y se espera que el calentamiento global aumente este número, ya que sus efectos hacen cada vez más inhabitable algunas áreas del planeta.

“Por ejemplo, si usted es un agricultor y las lluvias le fallan durante varios años seguidos, de repente puede perder no solo su acceso a los alimentos, sino también su fuente de ingresos mientras el bienestar de toda su familia puede llegar a estar en condiciones muy precarias”, explicó Warner.

Para ayudar a los países a enfrentar el desplazamiento relacionado con el cambio climático, se han presentado una serie de recomendaciones en la 24ª Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Cambio Climático, conocida como COP24, que se desarrolla en la ciudad polaca de Katowice y en la que se están definiendo las medidas de lucha contra este fenómeno de acuerdo con lo previsto en el Acuerdo de París.

“Hemos recorrido un largo camino. La migración del cambio climático estuvo más o menos ausente de las discusiones hasta 2010, en Cancún. Cinco años después, en París, los países solicitaron algunas recomendaciones sobre cómo prepararse mejor y responder a este fenómeno, y ahora esperamos que las adopten en Katowice”, explicó Warner.

Estas recomendaciones entregadas a las 197 partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático incluyen propuestas sobre planificación de contingencias, consultas y análisis de datos, y cooperación entre países.

El objetivo es ayudar a los países a comprender la magnitud de lo que se avecina y prepararse para ello.

“El objetivo es ayudar a los países a comprender la magnitud de lo que se avecina y prepararse para ello”, señaló la experta. “Se trata realmente de encontrar formas de reducir el sufrimiento y garantizar la seguridad y la dignidad de las personas en riesgo de desplazamiento ante el cambio climático”.

Estos debates se llevan a cabo justo dos días antes de la adopción del Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, el primer acuerdo mundial de la ONU con un enfoque común sobre la migración internacional, que se llevará a cabo en Marrakech, el próximo lunes y martes.

Las recomendaciones para mitigar el sufrimiento de la migración por el cambio climático varían y su aplicación dependerá del contexto.

En la planificación, por ejemplo, una de las recomendaciones incluye sugerencias como la financiación de proyectos de acuerdo con los pronósticos meteorológicos para que las comunidades que enfrentan desastres naturales puedan prepararse adecuadamente. Otra recomendación es centrarse en la recopilación de datos y el análisis de riesgos para hacer un mejor mapa y comprender la movilidad humana.

El documento insiste en la necesidad de incluir y asegurar la participación de las comunidades afectadas en cada paso del camino, para que se sientan capacitados y bien informados cuando toman decisiones sobre sus vidas.

“Estamos muy satisfechos con el avance de este tema en las discusiones y esperamos que los países utilicen las recomendaciones”, dijo Warner. “El impacto real”, señaló, “solo se medirá a través de las medidas que los países tomen para evitar y minimizar el sufrimiento innecesario, y abordar los riesgos involucrados en el desplazamiento relacionado con el clima”.

Fuente: Banco Mundial, reeditada por El Constructor.