En 1934 se inaugura en la esquina de Av. Corrientes y Av. Leandro N. Alem, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el edificio Comega, diseñado por los arquitectos Enrique Douillet, Alfredo Joselevich y el ingeniero Alberto Stein. La torre de oficinas actualmente constituye uno de los emblemas de la arquitectura racionalista en Argentina.
exto por Moderna Buenos Aires. Ubicado en una esquina central de Buenos aires, la volumetría de este edificio esta definida por su emplazamiento sobre dos avenidas muy transitadas y al despegarse claramente de las medianeras, actúa como pivote del espacio urbano.
El edificio: Consta de tres subsuelos, planta baja y 21 pisos. En planta baja sobre la Av. L.N. Alem se ubican locales comerciales bajo la recova reglamentaria y el acceso a estacionamientos. La entrada principal está situada sobre la Av. Corrientes y el hall de acceso de gran escala está resuelto en doble altura.
Los pisos de oficinas diseñados con el concepto de “planta libre”, sin vigas, con los servicios dispuestos de modo de que se pudieran dividir de acuerdo a necesidades diferentes van variando acorde a la volumetría: Los primeros dos completan el basamento, luego hasta el piso 12° se incorpora un patio auxiliar abierto hacia Av. L.N. Alem y con vista hacia el rio.
El remate del edificio es una torre exenta de 7 pisos, que incluye oficinas, confitería-bar en piso 19 y servicios varios. Con el concepto de “funcionamiento integral” este edificio proponía que el usuario encontrara resueltas muchas funciones sin trasladarse fuera, como servicio de peluquería, espacio de recreación, entre otros.
Fachada: Decían los proyectistas: “que las ideas de comodidad y eficiencia primasen sobre cualquier consideración de estilo o adorno, seguros de que si se lograba una relación exacta entre el instrumento y su función, la conformidad estética vendría por añadidura”.
Este edificio fue el primero de envergadura con estructura de hormigón armado, rivalizando con el Kavanagh construido dos años después. Materiales nobles y de calidad, elegancia en las soluciones técnicas son visibles en esta obra.
También fue pionero en Buenos Aires en mostrar un exterior totalmente revestido con mármol travertino, y sus interiores revestidos de acero inoxidable. La fachada tiene una composición estática, a diferencia de la verticalidad acusada por vanos y estrías del Rockefeller Center, referente de la época.
Una carpintería de 50 m de altura en el patio interior, la ruptura con la composición simétrica (salvo en la pequeña torre del remate con un bow-window curvo en el eje), la ausencia de ornamentación, son elementos que convierten a este edificio en un representante del concepto de rascacielos moderno en esta ciudad.
Bibliografía:
-Vanguardias Argentinas.Obras y Movimientos en el siglo XX. Editor: Berto González Montaner. Arq diario de arquitectura, Clarín AGEA 2005
-Diccionario de Arquitectura en la Argentina. Estilos obras biografías instituciones ciudades. Jorge Francisco Liernur, Fernando Aliata. Editor: Berto González Montaner Clarín arquitectura, 2004
-1930-1950 Aquitectura Moderna en Buenos Aires. Borghini – Salama- Solsona. Facultad de Arquitectura y Urbanismo. UBA, 1987. Editor: CP67.
por Fabian Dejtiar