Fuente: Excelsior/ José Miguel Moreno
Respecto del primer asunto cabe decir que el desempeño de la actual administración deja muchos vacíos. Tuvo aciertos es verdad pero también muchos ámbitos negativos. La caída del precio del petróleo y el fuerte ajuste presupuestario que tuvo que afrontar la administración sin duda socavaron los esfuerzos por mejorar y ampliar las dotaciones de capital físico del país.
Dentro de los avances importantes de la administración de Peña Nieto podemos señalar el mantenimiento y construcción de cerca de 80 carreteras y 50 autopistas. También hubo avances en puertos la empresa Maersk Sealand hizo una inversión de alrededor de 500 millones de dólares en la ampliación del puerto de Lázaro Cárdenas a pesar del grave problema de inseguridad que se vive También el puerto de Guaymas se amplió de manera considerable pasando de una capacidad de maniobra de 7 millones de toneladas a 28 millones.
Sin embargo resulta decepcionante tan pronto como observamos las tasas de crecimiento del total de la construcción así como de los subsectores a lo largo del sexenio. Si observamos el valor generado por la construcción tanto pública como privada en México durante los primeros cincos años del sexenio de Peña Nieto se ha contraído 8 5 luego de registrar un moderado aumento de 2 2 en el sexenio de Calderón.
Pero además casi todos los conceptos relacionados con la infraestructura experimentaron tasas negativas de crecimiento Los resultados más pobres se obtuvieron en tres ramas de manera particular petróleo y petroquímica agua riego y saneamiento así como transporte y urbanización No son tres rubros cualesquiera los tres conceptos son fundamentales no sólo para incrementar la productividad de la economía mexicana sino también para fortalecer la cohesión territorial y social de México y para su sostenibilidad medioambiental.
Apostar por ellos puede ser esencial para que López Obrador logre otros objetivos generales de su política económica crecimiento más robusto sostenible e inclusivo con un énfasis especial en el combate a la pobreza.
El caso de Petróleo y petroquímica es muy llamativo Se esperaba que la privatización del sector trajera carretadas de inversión al sector petrolero y que así pudiera ampliar su capacidad de producción la cual se ha desplomado desde una extracción máxima alcanzada durante el mando de Fox cercana a 3 5 millones de barriles al día. Sin embargo el resultado ha sido el contrario el valor de la producción generado por las empresas petroleras se ha derrumbado 63 5 en 2017 en relación con los niveles observados en 2012 antes del inicio del sexenio.
Si en 2012 el valor generado rondaba los 4 mil millones de pesos en el 2017 no llegaba a los mil 500 millones. Por supuesto la caída del precio del petróleo desincentivó la inversión privada en un sector que alos precios observados en el 2015 y 2016 era poco rentable. Además en México gran parte del ajuste presupuestario se concentró en el rubro de inversión de Pemex.
Por tanto uno de los sectores estrella del sexenio de Peña Nieto al final quedó en un rotundo fracaso. De este modo el valor de la construcción en el sector de Petróleo y petroquímica que en el 2006 representaba en torno a 12 del total y en 2012 un 10 se había hundido a 4 en 2017.
También han experimentado un rendimiento muy pobre agua riego y saneamiento Un contratiempo importante por parte de esta administración fue la cancelación del acueducto el Zapotillo que iría de Jalisco a Guanajuato Otro gran problema se generó a partir de que Jaime Rodríguez Calderón El Bronco canceló el proyecto que el estado de Nuevo León tenía con el Grupo Higa y con ICA para la construcción del acueducto Monterrey VI.
Por tanto el rubro de Agua riego y saneamiento será otro de los grandes pendientes de López Obrador. Este sector ha estado especialmente olvidado y tras hundirse 23 en el sexenio de Calderón se ha deprimido 27 en los primeros cinco años de Peña Nieto Un plan hidráulico bien definido será crucial para la vertebraclón de todo el país. Finalmente en el rubro de transporte y urbanización el valor de la construcción se ha reducido en el 2017 un 12 6 respecto al año 2012 antes de que iniciara el sexenio.
Ese descenso contrasta con el incremento de 6 6 durante el sexenio de Calderón Grandes planes se han frustrado de los que se anunciaron al inicio del sexenio siendo uno de los más sonados el tren de Alta Velocidad México Querétaro.
El sector de edificación otro rubro fundamental prácticamente se mantuvo plano El sexenio no empezó bien el cambio de modelo de vivienda de uno horizontal a otro vertical supuso la quiebra de las principales constructoras de casas Homex Geo Urbi. La construcción un sector clave para el desarrollo de un país y su dinamismo económico desde ahí se convirtió en un las I tre que se prolongó durante todo el sexenio Pese a los esfuerzos por reactivar el sector una vez absorbido el shock la debilidad económica el bajo crecimiento de los salarios y el rápido aumento de las tasas de interés contuvo la expansión del sector.
Así estuvo el sector de construcción en infraestructura en general tanto pública como privada. Pero sin duda el gobierno no logró que la inversión pública sirviera de catalizador para la formación bruta de capital fijo de la economía. Aquí es donde se ve el gran drama de México y algo que López Obrador tendrá que cambiar. El valor de la producción teniendo como contratista al sector público fue en 2017 en promedio y en términos reales de 13 mil 818 millones de pesos comparado con 20 mil 132 millones en 2012 y de 18 mil 147 millones de pesos en 2006.
Por tanto tras aumentar 25 durante el sexenio de Calderón con Peña Nieto se ha derrumbado más de 30 por ciento Las cifras son catastróficas una caída de 39 en edificación en obras de ingeniería civil y de 34 en trabajos especializados para la construcción. Por tanto hay mucho trabajo por hacer Impulsar la contratación pública de infraestructura será una política esencial de López Obrador las necesidades de infraestructura son muchas y hay que levantar carreteras puentes ferrocarriles y aeropuertos que satisfagan las de mandas de la población.
En consecuencia será elemental realizar un trabajo de diagnóstico para detectar las verdaderas necesidades de infraestructura de las familias y empresas aquellas que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos y ofrecen la logística y las sinergias necesarias en las empresas para mejorar la productividad y posteriormente de planificación para establecer una estrategia consensuada de largo plazo que supere legislaturas y gobiernos La transparencia y la rendición de cuentas será otro examen que las otras administraciones no han cumplido y que se le deberá exigir a López Obrador.
Finalmente hay que mantener la disciplina presupuestaria y para ello habrá que contar con el sector privado. Ahora bien las líneas generales deberán ser impuestas por el gobierno y a la hora de acometer proyectos con la colaboración del sector privado se deberá actuar con criterios rigurosos y racionales promoviendo una distribución óptima de los incentivos y de los riesgos ya se ha visto en muchos proyectos que el papel todo lo aguanta algo que la realidad constantemente se ha encargado de desmentir Director de llamadinero.com y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM.