¿Cómo funciona el corazón de un corredor?

¿Cómo funciona el corazón de un corredor?

¿Cómo funciona el corazón de un corredor?

En los últimos años, el running se ha convertido en un deporte de alta popularidad. Partiendo de los múltiples beneficios que genera la actividad física en nuestro organismo, muchos corredores no se dan cuenta de la importancia que tiene prevenir el riesgo cardiovascular derivado de la práctica deportiva.

Cuando corremos de forma habitual muchas veces llegamos al límite de nuestras posibilidades físicas y técnicas. Un entrenamiento bien planificado, con días de descanso, es sumamente importante para que nuestro cuerpo se adapte al esfuerzo realizado. De hecho, el sobre entrenamiento o fatiga es uno de los síntomas más comunes derivados del deporte. Por tanto, los corredores populares, sobre todo aquellos que suelen competir con frecuencia, deberían revisar su salud física, para evitar sustos innecesarios.

Un gran volumen de entrenamientos, de alta intensidad y pocos períodos de recuperación, desajustan la condición física del corredor, con riesgo potencial de padecer algún tipo de enfermedad. La respuesta incluso es más acentuada cuando la condición física es mala y el método de entrenamiento menos riguroso.

La mejor recomendación se basa en la prevención. Es decir, todos los aficionados al running, que realicen actividad física de forma asidua, deberían invertir en su salud deportiva. Las tres pruebas diagnósticas fundamentales son: la prueba de esfuerzo (para determinar la respuesta de tu corazón ante el esfuerzo físico realizado), el electrocardiograma (para registrar la actividad cardiovascular) y el ecocardiograma (para obtener imágenes del corazón en movimiento y descartar cardiopatías).

¿Cómo funciona el sistema cardiovascular?

El sistema cardiovascular está formado por el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre. Su funcionamiento consiste en hacer que la sangre llegue desde los pulmones llena de oxígeno y sea bombeada por el corazón a todos los tejidos y órganos del cuerpo a través de los diferentes vasos sanguíneos. Luego la sangre vuelve al corazón desoxigenada y el corazón la envía nuevamente a los pulmones para oxigenarla.

La cantidad de sangre que tu corazón expulsa cada vez que late es regulada en base a las necesidades de tus órganos y tejidos. Si necesitas más sangre, tu corazón debe latir más rápido y fuerte. Al igual que la mayoría del cuerpo, el corazón se adapta a las exigencias del running.

El entrenamiento de alta resistencia se caracteriza por un aumento significativo en la demanda de oxígeno del músculo esquelético. Tus músculos necesitan más oxígeno y para obtenerlo tus pulmones tomarán más oxígeno y tu corazón bombeará más rápido, para transportarlo.

Cambios corporales durante el entrenamiento:

  • Aumento de ventilación pulmonar (inspiración y la espiración).
  • Aumento del ritmo cardíaco (los latidos de tu corazón), el volumen sistólico (cantidad de sangre eyectada por el ventrículo durante una contracción), y el gasto cardíaco (volumen de sangre expulsada por un ventrículo en un minuto).
  • Aumento moderado de la presión arterial sistólica.

Para un corredor entrenado, estos cambios pueden ser mantenidos durante horas, pero para ello, el corazón debe adaptarse al esfuerzo (en relación al corazón de una persona sedentaria o poco entrenada).

Cambios en el corazón de un corredor que entrena habitualmente:

  • Las paredes musculares del corazón incrementan su espesor, especialmente el ventrículo izquierdo, que impulsa la sangre hacia la arteria aorta (la encargada de llevar la sangre a la mayor parte del cuerpo).
  • Aumenta el tamaño del corazón (que permite que el ventrículo izquierdo pueda llenarse de más sangre). También aumenta la contractilidad.
  • Disminuye la frecuencia cardíaca en reposo.

Estas adaptaciones permiten un mejor rendimiento y un aumento de la resistencia del corredor, pero esto no asegura tener un corazón 100% sano y libre de riesgos.

De hecho, muchos corredores se inician en la actividad deportiva tras años de sedentarismo y/o de tener hábitos de vida poco saludables. Si a esto sumamos patrones genéticos, la revisión cardiovascular es básica para realizar tu actividad favorita, sin riesgos añadidos.

Fuente: www.letsport.es

 

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